Cómo las familias lidian con el Alzheimer

Washington D.C. (ConCiencia News) – A Lidia Flores le cambió la vida desde hace seis años, cuando a su esposo le diagnosticaron Alzheimer. Flores nunca pensó que esta enfermedad llegaría a su casa, ni tampoco  que en su vejez estaría cuidando “a un niño”.

Como Flores, son miles las familias hispanas del país que sufren las consecuencias de tener un ser querido enfermo de Alzheimer, una enfermedad cerebral que causa problemas con la memoria, la forma de pensar y el carácter o la manera de comportarse. Una enfermedad que, según la Alzheimer’s Association, no es una formal normal de envejecimiento.

 Noviembre es el mes de prevención de esta enfermedad. Por este motivo, organizaciones y personas que han vivido estas experiencias con familiares o amigos quieren compartir sus historias para que otros sepan que hay recursos, información, y que también se puede hacer más por las miles de personas que padecen de Alzheimer en el país.

 Flores recuerda que los primeros síntomas de su esposo Ricardo, de 67 años, fueron las pérdidas de las llaves, la billetera, y –más adelante— los errores en su trabajo. Él se dedicaba a supervisar la producción de herramientas para joyería hechas en tornos, un trabajo que hizo por más de 30 años.

 “Pero a él le empezó a dar miedo del torno”, dijo Flores.

El Alzheimer empeora con el paso del tiempo. Aunque existen muchos síntomas, la mayoría de las personas experimenta pérdida de memoria severa que afecta las actividades diarias y la habilidad de gozar pasatiempos que la persona disfrutaba anteriormente.

 Si bien el cerebro cambia con la edad, al igual que otras partes del cuerpo, la diferencia es que en la presencia de Alzheimer las células que hay en el cerebro comienzan a fallar, perdiendo la habilidad de hacer su trabajo y eventualmente se mueren.

 Flores tuvo que renunciar a su trabajo, pues alguien se tenía que hacer cargo de su esposo, quien con el tiempo empeoró. Ahora no puede salir solo y ya son tres las veces las que se ha perdido en la calle. La nevera, los cajones y hasta el baño deben tener alarma. Ricardo Flores ya no reconoce a sus hijos, y hace un par de años le preguntó a su esposa Lidia qué quién era ella.

 “Todo esto ha sido muy frustrante; [es] muy triste que una persona que hizo de todo en la casa ahora no puede hacer nada”, dijo Flores. “Ahora ya no es mi esposo. Ahora convivo con un niño que fue mi esposo; es muy triste”.

 Según María Carrillo, directora de relaciones médicas y científicas de la Alzheimer’s Association, al tratarse de una enfermedad relativamente nueva, el Alzheimer “tiene aun mucho estigma”, y muchas veces es difícil reconocerla entre familias donde hay un gran respeto por los abuelos, quienes son considerados “los sabios de la familia”. 

Cada 70 segundos alguien en los  Estados Unidos será diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer. Hoy en día, se estima que 5.3 millones de personas en los Estados Unidos tienen esta enfermedad. Entre los hispanos, se estima que durante la primera mitad del siglo 21, el número de ancianos con Alzheimer y demencias relacionadas puede incrementarse hasta seis veces, de menos de 200,000 actualmente, según la asociación.

 Aun los científicos no han encontrado las causas del Alzheimer, pero uno de los factores de riesgo es la herencia familiar de Alzheimer (es decir, si algún familiar ha tenido Alzheimer). Padecer de otras enfermedades de tipo cardiovascular, presión alta o colesterol alto, también podrían aumentar el riesgo de desarrollarla.

 Los hispanos y el Alzheimer

 

Las estadísticas muestran que los hispanos en Estados Unidos son propensos a tener altos niveles de  colesterol, diabetes y problemas cardiacos, condiciones que podrían aumentar el riesgo del Alzheimer en la tercera edad. 

 

Según la Alzheimer’s Association, se calcula que en el 2050 habrán aproximadamente 1.3 millones de hispanos enfermos con Alzheimer en el país.

 

El informe –titulado ‘la enfermedad de Alzheimer entre la población hispana/latina del 2004’— asegura que uno de los problemas que enfrentan las familias hispanas es que la responsabilidad de cuidar y velar por los enfermos depende “de las mujeres, debido al fuerte sentido de la responsabilidad familiar y el papel de las mujeres en esta comunidad”.

 

Según Carrillo, cuando se tiene una persona cercana enferma “hay que buscar opciones, ayuda, hay muchos recursos en este país. Nosotros tenernos capítulos en todo el país; en las oficinas se puede encontrar material en español”.   

 

Carrillo recomienda que las familias se eduquen y lean mucho sobre los tratamientos y el proceso de la enfermedad.

 

“Hay medicina que tiene el potencial de ayudar a su ser querido, y necesitan el diagnóstico para recibir esas medicinas”, dijo Carrillo. “Es importante que la familia hable, que tenga reuniones familiares con hijos, nueras, para que sepan y se enteren de lo que posiblemente les espera en el futuro”.  

 

Flores ha decidido encargarse de su esposo y cuidarlo aunque le demande mucho tiempo y esfuerzo. Según ella, Ricardo ha sido su compañero por 46 años y es lo menos que puede hacer por él.

 

“Yo no quiero llevarlo a un lugar para que lo cuiden. Me imagino que tarde o temprano lo tengo que hacer, pero quiero que se sienta en su casa hasta los últimos momentos”.

 

Si necesita ayuda llama a la línea del Alzheimer’s Association 1-800-272-3900 o visite el sitio

web: www.alz.org/espanol

 

10 señales de advertencia de la enfermedad de Alzheimer:

 

1. Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana.

2. Dificultad para planificar o resolver problemas.

3. Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre.

4. Desorientación de tiempo o lugar.

5. Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo objetos se relacionan uno al otro en el ambiente.

6. Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o lo escrito.

7. Colocación de objetos fuera de lugar y la falta de habilidad para retrasar sus pasos.

8. Disminución o falta del buen juicio.

9. Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales.

10. Cambios en el humor o la personalidad.

 

Fuente Infobox: Alzheimer’s Association

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Periodista y editora de medios hispanos en EE.UU. desde 1996. Ganadora de varios premios Oro de la NAHP por sus reportajes de negocios y educación. Puede escribirle a adriana@lafamiliadebroward.com