Floridanos pagan $658 millones demás en primas de seguro de auto este 2011

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NEW YORK, 8 de diciembre de 2011 — Los conductores de Florida pueden esperar pagar el acumulado de unos $650 millones de más en sus seguros de auto de 2011, debido a los abusos y fraudes que se comenten contra el sistema de seguros de responsabilidad civil sin culpabilidad en el estado, dijo el Dr. Robert Hartwig, economista, CPCU y presidente del Insurance Information Institute (I.I.I.).

La porción de más que están pagando todos los conductores de la Florida, bautizada por I.I.I. como un “impuesto por fraude”, alcanzó la cifra record de $658 millones en 2011, según estima el Instituto en un estudio. Esto es un aumento del 7% sobre el impuesto por fraude pagado en Florida en 2010, de $617 millones.

Pese al exhaustivo esfuerzo de las autoridades, policía y de la industria aseguradora por hacer cumplir las leyes, investigar los casos dudosos y llevar a los tribunales a quienes se dedican a estos delitos, el sistema de seguros sin culpabilidad (no-fault) de Florida continúa siendo blanco de los criminales y estafadores que han encontrado vacíos y formas de circunvalar las leyes y regulaciones del estado para enriquecerse a expensas de los todos los conductores del estado.

El I.I.I. hace seguimiento de las tendencias anuales de la severidad y la frecuencia de los reclamos correspondientes al sistema de responsabilidad sin culpabilidad ya que ambos criterios son usados por las aseguradoras para hacer el cálculo de los costos del seguro y de las tarifas a implementar. La severidad se refiere a la cantidad de dinero que se necesita para pagar las reclamaciones que puedan derivarse de un accidente único, mientras que la frecuencia se refiere a la cantidad de veces que ocurre una pérdida. El análisis realizado por el I.I.I. está basado en información recolectada en la base de datos ISO/PCI Fast Track. El último análisis del I.I.I. se deriva de la información allí acumulada hasta el 30 de junio de 2011.

El número identificado como impuesto por fraude por el I.I.I. se refiere a la cantidad de dólares que los aseguradores de la Florida han pagado a los asegurados que sobrepasan los datos acumulados por ISO/PCI que deberían haberse gastado y que se están basados en informes de severidad y frecuencia de accidentes.

“El monto que las aseguradoras de autos han tenido que pagar para cubrir los costos de las reclamaciones de responsabilidad civil sin culpabilidad ha alcanzado inauditos picos durante el período entre 2008 y el primer trimestre de 2011 y tocó un nuevo récord este año”, dijo el Dr. Hartwig. “El fraude está haciendo que la severidad y la frecuencia de los accidentes se dispare y está haciendo necesario aumentar las primas para cubrir las expectativas de las reclamaciones que están siendo calculadas.”

“Al dividir el total de los $658 millones entre los conductores de la Florida, cada vehículo en el estado estaría pagando cerca de $58 en el impuesto por fraude”, añadió el Dr. Hartwig.

El costo promedio de una reclamación de responsabilidad civil sin culpabilidad en Florida llegó a $8.529 en 2011, mientras que el mismo promedio en 2004 era $6.674, un incremento del 28% en los últimos siete años.

Desde 2009, el fraude al sistema de responsabilidad civil sin culpabilidad de Florida le ha costado al estado, sus conductores y aseguradoras, cerca de $1.300 millones.

“Dado el enorme abuso y fraude que sufre Florida a través del sistema de seguros de responsabilidad civil sin culpabilidad, no resulta sorpresivo que se encuentre entre los estados más costosos del país para asegurar un auto,” concluyó el Dr. Hartwig.

Las prácticas fraudulentas más comunes suelen ir desde abultar, exagerar o inflar las reclamaciones reales, tergiversar los hechos o datos en la solicitud del seguro de auto, presentar reclamaciones por lesiones, daños o accidentes que nunca ocurrieron o se manifestaron, presentar reclamaciones por servicios que nunca se recibieron o por equipos o tratamientos que no fueron administrados, hasta el llamado “accidente coreografiado” o “accidente premeditado”, conocido en inglés como staged accident. Muchas de estas estafas se llevan a cabo bajo la cubierta de establecimientos que supuestamente proveen de servicios médicos, pero que en realidad no lo hacen; lo que hacen es generar “papeleo” y son creadas como fachada para quienes cometen estos fraudes.

El sistema de seguros de responsabilidad civil sin culpabilidad es un mecanismo del seguro de auto que permite que los asegurados que sufren un accidente puedan recuperar las pérdidas financieras sufridas – sean por tratamientos médicos, honorarios caídos, servicios de ambulancia, terapia, etc. – presentándolas a su propia aseguradora y sin importar de quién fue la culpa del accidente. La meta original de este mecanismo es agilizar el pago de las pérdidas relacionadas con las lesiones personales sufridas y reducir el número de disputas legales y evitar que terminen en las cortes. Desafortunadamente, en muchos estados existen casos de ciertos proveedores de servicios médicos inescrupulosos y de abogados poco éticos que se dedican a confabular y mentir para aumentar los costos de las reclamaciones, ya sea con servicios que no son necesarios o que no proveen, inflando las reclamaciones y cometiendo fraude con algo que, si no, sería una reclamación legítima.

En Junio de 2011, el Bureau Nacional Contra el Crimen de Seguros (National Insurance Crime Bureau -NICB) publicó un estudio en el que encontró que las reclamaciones dudosas o “cuestionables” (questionable claims o QC, en inglés) habían aumentado un 23% nacionalmente entre 2008 y 2010, indicando además los cinco estados con el mayor número de estas: California, Florida, Michigan, New York y Texas. “El seguro de autos personales es la línea de seguros con más reclamaciones dudosas (QC) para esos tres años, en las que además las reclamaciones dudosas presentadas más comunes contenían reclamos por falsos daños personales o lesiones exageradas y por del robo de vehículos en dudosas circunstancias, según se determina de la data de cada uno de los tres años”, según indicó el NICB.

En 2008, los conductores de Florida pagaban un promedio de $1,055 anuales para asegurar un vehículo particular, según los datos más recientes disponibles del National Association of Insurance Commissioners (NAIC). En ese momento, Florida estaba considerada como el cuarto estado más costoso para asegurar un auto. Los otros tres estados más costosos de asegurar un auto en 2008, según la NAIC, eran: Washington, D.C., Louisiana y New Jersey, en ese orden.

Además de Florida, otros 11 estados (Hawaii, Kansas, Kentucky, Massachusetts, Michigan, Minnesota, New Jersey, New York, North Dakota, Pennsylvania y Utah) tienen el sistema de seguro de autos con cobertura de responsabilidad civil sin culpabilidad obligatorio; es decir, por ley, los conductores del estado deben poseer esta  cobertura, que a menudo se conoce también como “cobertura PIP” (personal injury protection coverage).

Vea otros recursos del I.I.I.

Temas de actualidad (en inglés): La porción del seguro de auto de responsabilidad civil sin culpabilidad

Hechos y Estadísticas (en inglés): El Seguro de Auto.

 

English

Floridians Will Pay $658 Million More Than They Should In Auto Premiums In 2011

NEW YORK, December 7, 2011 — Florida drivers are expected to pay a cumulative “fraud tax” of more than $650 million this year because of the widespread criminal activity in, and abuse of, the state’s no-fault insurance system, according to Dr. Robert Hartwig, CPCU, an economist and president of the Insurance Information Institute (I.I.I.). 

Florida’s fraud tax will reach a record $658 million in 2011, according to I.I.I. estimates, a 7 percent increase over the $617 million fraud tax levied on the state’s drivers in 2010.

In spite of aggressive law enforcement and insurance industry efforts to investigate and prosecute fraud in Florida’s no-fault auto insurance system, criminals continue to take advantage of loopholes in the state’s laws and regulations.

The I.I.I. has for years tracked trends in no-fault severity (the dollars needed to pay a claim arising out of a single accident) and frequency (the number of times a loss occurs) because auto insurers use both criteria when calculating premium rates. The I.I.I.’s periodic analysis is based on ISO/PCI Fast Track data, and the latest Florida number was derived from industry information compiled through June 30, 2011.

The I.I.I.’s fraud tax number signifies the dollars auto insurers in Florida paid to their policyholders beyond what the ISO/PCI data indicate should have been expended, based on the industry’s claim severity and accident frequency reports.

“The premium an auto insurer needed to cover the expected cost of a no-fault claim in Florida soared between the beginning of 2008 and the second quarter of 2011, hitting a new record high earlier this year,” Dr. Hartwig stated. “Fraud is driving claims frequency and severity generally upward, forcing up the premium needed to cover expected losses.”

“On a per vehicle basis that $658 million boils down to a fraud tax of nearly $58 per vehicle in Florida,” added Dr. Hartwig.

The average cost of a no-fault auto insurance claim in Florida stands at an estimated $8,529 in 2011, whereas that same figure stood at $6,674 in 2004, constituting a 28 percent increase over a seven-year period, according to the I.I.I.’s analysis.

Since 2009, no-fault fraud in Florida has cost the state’s drivers and their insurers nearly $1.3 billion.

“Given the fraud and abuse that permeates the Florida no-fault system, it comes as no surprise that the Sunshine State is also among the costliest places to purchase auto insurance,” Dr. Hartwig concluded.

Common frauds include padding, or inflating, actual claims; misrepresenting facts on an insurance application; submitting claims for injuries or damage that never occurred, services never rendered or equipment never delivered; and staging accidents. Many of these activities take place at so-called medical mills, establishments that purport to be providing healthcare services but are in fact created for the sole purpose of committing fraud.

No-fault auto insurance is a system that allows policyholders to recover financial losses from their own insurance company, regardless of who was at fault in an accident. The goal of no-fault auto insurance is to facilitate the quick payment of an insurance loss related to personal injuries, and to reduce the number of accident disputes that go to court. Unfortunately, in many no-fault states, unscrupulous medical providers, unethical attorneys and others often join forces to perpetrate fraud, or to pad the costs associated with an otherwise legitimate claim, for example by billing an insurer for a medical procedure that was not undertaken.

The National Insurance Crime Bureau (NICB) released a study in June 2011 that found questionable claims (QCs) had risen 23 percent nationwide between 2008 and 2010, with five states accounting for much of the problem: California, Florida, Michigan, New York and Texas. “Personal automobile was the policy type with the most QCs for all three years while faked/exaggerated injury and questionable vehicle theft were the QC referral reasons most cited for all three years,” the NICB stated.

Florida drivers paid $1,055 annually to insure a private-passenger vehicle in 2008, the most recent year for which there is definitive data from the National Association of Insurance Commissioners (NAIC). Florida ranked at the time as the fourth costliest place in the nation to purchase auto insurance. Washington, D.C., Louisiana and New Jersey, in that order, were the top three most expensive places to buy an auto insurance policy in the United States, according to the NAIC.

Besides Florida, 11 other states (Hawaii, Kansas, Kentucky, Massachusetts, Michigan, Minnesota, New Jersey, New York, North Dakota, Pennsylvania and Utah) have mandatory no-fault auto insurance systems.

“The premium an auto insurer needed to cover the expected cost of a no-fault claim in Florida soared between the beginning of 2008 and the second quarter of 2011, hitting a new record high earlier this year,” Dr. Hartwig stated. “Fraud is driving claims frequency and severity generally upward, forcing up the premium needed to cover expected losses.”

“On a per vehicle basis that $658 million boils down to a fraud tax of nearly $58 per vehicle in Florida,” added Dr. Hartwig.

The average cost of a no-fault auto insurance claim in Florida stands at an estimated $8,529 in 2011, whereas that same figure stood at $6,674 in 2004, constituting a 28 percent increase over a seven-year period, according to the I.I.I.’s analysis.

Since 2009, no-fault fraud in Florida has cost the state’s drivers and their insurers nearly $1.3 billion.

“Given the fraud and abuse that permeates the Florida no-fault system, it comes as no surprise that the Sunshine State is also among the costliest places to purchase auto insurance,” Dr. Hartwig concluded.

Common frauds include padding, or inflating, actual claims; misrepresenting facts on an insurance application; submitting claims for injuries or damage that never occurred, services never rendered or equipment never delivered; and staging accidents. Many of these activities take place at so-called medical mills, establishments that purport to be providing healthcare services but are in fact created for the sole purpose of committing fraud.

No-fault auto insurance is a system that allows policyholders to recover financial losses from their own insurance company, regardless of who was at fault in an accident. The goal of no-fault auto insurance is to facilitate the quick payment of an insurance loss related to personal injuries, and to reduce the number of accident disputes that go to court. Unfortunately, in many no-fault states, unscrupulous medical providers, unethical attorneys and others often join forces to perpetrate fraud, or to pad the costs associated with an otherwise legitimate claim, for example by billing an insurer for a medical procedure that was not undertaken.

The National Insurance Crime Bureau (NICB) released a study in June 2011 that found questionable claims (QCs) had risen 23 percent nationwide between 2008 and 2010, with five states accounting for much of the problem: California, Florida, Michigan, New York and Texas. “Personal automobile was the policy type with the most QCs for all three years while faked/exaggerated injury and questionable vehicle theft were the QC referral reasons most cited for all three years,” the NICB stated.

Florida drivers paid $1,055 annually to insure a private-passenger vehicle in 2008, the most recent year for which there is definitive data from the National Association of Insurance Commissioners (NAIC). Florida ranked at the time as the fourth costliest place in the nation to purchase auto insurance. Washington, D.C., Louisiana and New Jersey, in that order, were the top three most expensive places to buy an auto insurance policy in the United States, according to the NAIC.

Besides Florida, 11 other states (Hawaii, Kansas, Kentucky, Massachusetts, Michigan, Minnesota, New Jersey, New York, North Dakota, Pennsylvania and Utah) have mandatory no-fault auto insurance systems.

I.I.I. RESOURCES

Issues Update: No-Fault Auto Insurance

Facts and Statistics: Auto Insurance

 

About Adriana Carrera

Adriana Carrera
Periodista y editora de medios hispanos en EE.UU. desde 1996. Ganadora de varios premios Oro de la NAHP por sus reportajes de negocios y educación.

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