La “nutriterapia” y los alimentos para ser felices

Alejandra Useche

@AleDeAntonio

SuperalimentosTodos sabemos la importancia de mantener una alimentación balanceada para llevar una vida saludable. Sin embargo las propiedades de los alimentos que consumimos no solamente benefician nuestra salud física, sino que también impactan nuestra salud mental. La nutriterapia es un principio que invita a cambiar nuestros hábitos alimenticios para lograr beneficios a ambos niveles.

La nutriterapia no es una “moda”. Desde mediados del siglo pasado, la científica Rusa Catherine Kousmine practicaba la medicina basada en la nutrición como fuente para curar enfermedades tales como el cáncer y la esclerosis múltiple. Varios científicos y médicos, en su mayoría europeos, siguieron ésta corriente como parte de su práctica médica, como es el caso de la Dra Verónica Van der Spek, una siquiatra belga que trata las enfermedades mentales de sus pacientes con una mezcla de medicina tradicional y nutricional.

En un artículo publicado en el portal online www.doctissimo.fr, dedicado al bienestar y a la salud, la  Dra Van der Spek asegura que “se puede actuar directamente sobre la síntesis de neurotransmisores como la serotonina y la noradrenalina (asociados con la sensación de bienestar) y sobre la calidad de los receptores del cerebro, y ahí es donde la alimentación interviene”. Y ¿cómo? El organismo necesita nutrientes que actúan en sinergia unos con otros para sintetizar dichos neurotransmisores. Consumiendo nutrientes como la vitamina B, C, hierro, magnesio, por ejemplo, se aumenta la calidad de neurotransmisores para el cerebro y por ende, se puede mejorar el estado de ánimo.

Damián Arizmendi Echegaray, Master en Ciencias de Nutrición del Instituto Nacional de Salud Pública de México, dice que “vale la pena mencionar que bioquímicamente el cerebro está compuesto en un 60% por grasa y que el 20% de la grasa son ácidos grasos omega 3 y omega 6, los cuales son considerados esenciales en la dieta ya que el cuerpo no los puede producir por si solo como sucede con otro tipo de grasas como el colesterol. Varios estudios apuntan a que una ingesta inadecuada de omega 3 y omega 6 está asociada con disfunciones mentales como la pérdida de la memoria, la falta concentración y la depresión”.

Arizmendi explica también que tanto las células del cerebro como los conos y bastones de los ojos se alimentan de glucosa, y que al limitar el consumo de energía proveniente de carbohidratos como frutas, verduras, cereales y leguminosas, se limita la capacidad de realizar operaciones cognitivas, lo que genera ansiedad e irritabilidad.

La mejor manera de alimentar al cerebro, agrega Arizmendi, es “hacerlo a partir de azúcares o carbohidratos complejos llamados polisacáridos, como los cereales integrales, las frutas, las verduras y las leguminosas”. Así mismo, el consumo de 2 litros diarios de agua al día, como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud, es un hábito que puede reducir la ansiedad e irritabilidad asociadas a la deshidratación.

El papel de las grasas y azúcares

ImprimirEn el artículo anteriormente mencionado, la Dra Van der Spek afirma que desde un punto de vista siquiátrico y simbólico, el comer cuando las personas se sienten mal es una manera de reemplazar un vacío. Algunos alimentos dulces y grasos provocan una secreción de insulina que estimula la producción de ácido amino en el cerebro que finalmente conduce a la secreción de serotonina. Lo malo es que el efecto de calma dura aproximadamente una hora y luego es necesario comer nuevamente algo dulce. Para Van der Spek, es una cierta forma de automedicación.

“De manera global, para calmar a los pacientes se necesita que tengan suficientes aportes de vitaminas B, C, hierro y magnesio. Al tenerlas, ellos evitan lanzarse a comer azúcar cuando viene una tristeza”.

Por su parte, Arizmendi explica que no todas las fuentes de energía causan daño o beneficios de igual forma. “Particularmente, el consumo de frutas,  verduras, cereales enteros y leguminosos aportan azúcares y vitaminas que ayudan al buen funcionamiento del cerebro y reducen la probabilidad de padecer depresión”. Por otra parte, las fuentes alimenticias de grasas asociadas con eventos adversos son las carnes con alto contenido graso (chorizo, cueritos, jamón, viseras, chicharrón etc.) que son fuentes de ácidos grasos saturados asociados con deterioro neurológico, explica el nutricionista.

Arizmendi agrega que si una persona consume ácidos mono y polinsaturados como el pescado, aceites vegetales en ensaladas, nueces, almendras y otras vitaminas como las nombradas por la médica belga, los niveles de tristeza, ansiedad e irritabilidad se mantendrán bajos.

Para prevenir enfermedades

Para Arizmendi, la nutrición es fundamental a la hora de prevenir ciertas enfermedades. Estudios demuestran el vínculo de nutrimentos específicos con enfermedades como el Alzheimer, la depresión, esquizofrenia y déficit de atención en niños. Respecto del Alzheimer, “existe una correlación positiva entre el consumo de ácidos grasos saturados y el desarrollo de Alzheimer, en contraste se ha observado que el consumo de ácidos grasos poliinsaturados provenientes del pescado está asociado con un menor riesgo de desarrollar la misma enfermedad”.

Así mismo y a nivel general, nos explica que algunos ácidos grasos, como los saturados, aumentan el riesgo de enfermedad mientras que los insaturados los disminuyen.

La nutriterapia es una invitación a usar la alimentación para mejorar nuestra salud y prevenir enfermedades. Depende de cada persona tener la voluntad para modificar su comportamiento alimenticio y así procurar una vida sana física y mental.

 

ALIMENTOS PARA SUBIR EL ÁNIMO Y SENTIRSE MEJOR

Diabetes SuperfoodsEl cuadro del nutricionista Arizmendi muestra los alimentos más ricos en nutrimentos relacionados con el estado de ánimo.

Nutrimento Fuente Alimentaria
Carbohidratos complejos Brócoli, arroz integral, papas, pastas, granos enteros y avena.
Ácido Fólico Espárragos, espinacas coles de Bruselas, calabaza, frijoles, soya, lentejas, naranjas, chicharos, brócoli.
Omega- 3 Salmón, trucha, atún, aceite de semilla de uva, soya, almendras.
Triptófano Carne de res magra, pollo y huevo.
Selenio

 

Pescado,  carne de res magra, granos enteros, pollo, huevo y germen de trigo.

Fuentes

www.doctissimo.fr

www.nutriterapia.cl

www.nutricioncelular.es

Nutrition et bien-être mental, Veronika Van der Spek, Editions De Boeck

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