Materias primas: oro cotizaría 2.019 dólares la onza en 2012

Ole S. Hansen *.

Esta semana, los banqueros, operadores e inversionistas de la mayor reunión anual de la industria del oro celebrada en Montreal vaticinaron que la escalada del oro de la última década continuará en 2012. Las 500 personas presentes en la conferencia de la “London Bullion Market Association” previeron que el oro cotizaría en 2,019 dólares por onza troy en noviembre de 2012. El pasado año, cuando el oro se ubicó en 1,298, habían pronosticado un precio de 1,450 para esta misma reunión, un 25 por ciento por debajo del nivel de 1,805 observado el martes pasado, cuando se efectuó el sondeo.

Tras la caída de más del 10 por ciento desde el máximo observado se busca de nuevo soporte. Los dos niveles principales siguientes a los que conviene estar atentos son 1,650 seguido de 1,600. Una futura apreciación del dólar podría desencadenar dicho movimiento si bien las perspectivas a largo plazo para el oro deberían amortiguar posibles contratiempos.

Aun así, en el último mes, el oro ha sido víctima de una volatilidad excesiva, marcando una nueva subida record en dos ocasiones pero expuesto a tres correcciones por encima de los 100 dólares. Esto provocó una disminución -al menos a corto plazo- de los flujos de puerto seguro ya que, ante el incremento de la volatilidad, la negociación resultó cada vez más complicada y dio lugar a que una parte de las ganancias del oro queden al margen, a la espera de una merma de precios y de unas condiciones de negociación, con algo de suerte, más tranquilas. Durante este mismo tiempo, los inversionistas en ETF y futuros redujeron su exposición al oro en casi 300 toneladas hasta las 2,935 tn, dado el incremento de la demanda de efectivo y/o bonos.

Materias primas y la operación “Twist” de la Fed

Los activos de mayor riesgo, como las materias primas y las acciones, experimentaron una fuerte sacudida esta semana al no lograr la Reserva Federal estadounidense incrementar la confianza del consumidor. De la tan esperada reunión, surgió la célebre “Operación Twist”, que va a ofrecer soporte al extremo largo de la curva, con lo que se tratará de mantener bajos los costos por empréstitos. No obstante, el miedo que se apoderó del mercado fue el comentario sobre los “riesgos significativos de recaída” a los que se enfrenta la economía de los Estados Unidos.

Tal como escribió mi colega tras el anuncio: “Al lanzar la Fed la Operación Twist, Bernanke corre asimismo el riesgo de que, por segunda vez en diez meses, su solución llegue demasiado tarde; el segundo lote del programa de relajación cuantitativa del pasado noviembre vio la luz cuando la economía ya tenía tiempo de haber rebotado, con lo que el plan avivó un repunte masivo de las materias primas que, a la larga, le ha pasado factura a los consumidores en el primer semestre de este año y llevó a la economía a pisar de nuevo el freno”.

Al menos, al evitar una nueva inyección de liquidez en forma de un segundo período de relajación cuantitativa, Bernanke acabó con el temor de barajarse otra fase de subida galopante de los precios de las materias primas. Todo ello podría servir de ayuda a los consumidores y fabricantes, en plena lucha ante el incremento generalizado de los precios de casi todo, desde el cobre hasta la gasolina, aunque, al mismo tiempo, la venta masiva continuada de la renta variable ha generado un golpe de confianza.

Cambia el inversionista y se vuelca al dólar

La crisis de la deuda en Europa contribuyó a una escalada del dólar hasta marcar el máximo de los últimos siete meses y esto ha asfixiado al conjunto de las materias primas, ya que a los compradores les resulta más caro recurrir a otras divisas. La semana pasada, la posición especulativa del dólar en fondos de cobertura a través de futuros de divisa IMM se desplazó hasta territorio positivo por primera vez en 14 meses, dejando patente el cambio drástico que ha experimentado el comportamiento del inversionista respecto del dólar en las últimas semanas.

Las materias primas padecieron el peor revés en más de cuatro meses ante el temor a que una recesión global sea perjudicial para la demanda de metales, de energía y de alimentos. El índice de materias primas Reuters Jefferies bajó un 8 por ciento durante la semana al ingresar todas las materias primas en zona roja. Es interesante el caso del oro, que también sufrió el golpe a pesar de ser considerado un puerto seguro en época de turbulencias.

Los metales industriales, los peores parados

Los peores parados han sido los metales vinculados a la industria; el cobre, la plata y el paladio sufrieron reveses más fuertes. La plata bajó un inaudito 20 por ciento en solo dos días de negociación mientras que el cobre, un indicador de la actividad económica global, cayó en un mercado bajista técnico más de un 20 por ciento desde la subida observada en febrero. El platino ha llegado al mayor descuento respecto del oro en casi dos décadas ya que el miedo a la recesión acabó con parte de la demanda de los usuarios industriales, que suelen suministrar más del 50 por ciento del consumo de platino. Aquellos inversionitas a la espera de una recuperación económica deberían seguir este ratio muy de cerca, ya que, durante la última década, el platino ha cotizado con una prima media respecto del oro de casi el 40 por ciento.

Los mercados de petróleo, confinados a una negociación por rango

El crudo, que la semana pasada no logró romper al alza, se ha visto atrapado en un clima de malas noticias macroeconómicas y ha protagonizado la gran caída de los últimos dos meses. El repunte del dólar y el hecho de que la Reserva Federal no haya logrado sacar un nuevo as de la manga llevó a los operadores a concentrarse en reducir la exposición. En parte, los movimientos se producen en contra del marco fundamental, ya que la rigidez continuada, en concreto del crudo Brent, y la bajada constante que experimentan los inventarios en Cushing, el punto de entrega del crudo NYMEX WTI, no han logrado acaparar una gran atención.

El clima de preocupación general gira en torno a una posible bajada de la demanda de energía por parte de los EE.UU. y China, los dos mayores consumidores a escala mundial, ante una desaceleración de sus economías. Ambos países representaron el 32 por ciento de la demanda de petróleo global en 2010. Teniendo en cuenta a los 17 países con el euro como divisa, dicho porcentaje se incrementa hasta el 44 por ciento.

La guerra civil que vive Libia, y que ha supuesto la salida del mercado del crudo de alta calidad, ha llegado casi a su fin. En la actualidad, los especialistas sobre el terreno vaticinan que el petróleo podría comenzar a fluir en cantidades aceptables mucho antes de cuanto se preveía. La presencia de tales barriles adicionales va a golpear al mercado en un momento en que la demanda se ha amainado, lo que podría llevar a la OPEP a reconsiderar los actuales niveles de producción. No quieren ser testigos de un nuevo derrumbamiento de precios similar al observado entre 2008 y 2009, teniendo en cuenta de la necesidad de elevar los ingresos para equilibrar los presupuestos.

Por ahora, la consecuencia más probable del movimiento del mercado consiste en una negociación por rango continuada. El crudo Brent, tras no superar el nivel de 117, buscó cierto soporte que debería encontrar en 100. En tanto, el crudo WTI, tras regresar el nivel de 80 dólares, va a encontrar ahora resistencia en 85 y soporte en el mínimo de agosto en 75.70.

Pinchazo de los especuladores de cereales

Los fondos de cobertura y los grandes inversionistas, que hasta hace poco optaban por incrementar su exposición larga a la soya y el maíz, han sufrido fuertes pérdidas esta semana, ya que el proceso de desapalancamiento de las materias primas también ha resultado perjudicial para el sector de los cereales. El precio de la nueva cosecha de soya, cuya negociación últimamente apenas ha marcado 14.65 dólares por celemín, experimentó las mayores pérdidas semanales en más de dos años al situarse en 12.50. Parece que el repunte del dólar y las muestras de destrucción de la demanda han pasado factura.

El fortalecimiento del dólar ha llevado a los agricultores estadounidenses a encarar una dura competencia en el mercado internacional de cereales, en el que Rusia sigue haciéndose con las grandes pujas de trigo, mientras que Brasil, cuya divisa ha caído un 16 por ciento, ha reforzado la exportación de soya a precios muy competitivos.

* Estratega de CFDs, Saxo Bank

Fuente: Saxo Bank

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