Palabras bonitas (que no usamos) como “Morriña”

Por Elizabeth Guía Magallanes – Especial para La Familia

homesickGracias a los chats de grupo puedo, como tanta gente, mantenerme en contacto con viejas amistades y compañeros de estudios a quienes la vida ha regado por el mundo. Las razones son muchas como también lo son los países y ciudades de destino. Compartimos noticias, ideas y fotografías, y por minutos la distancia que nos separa desaparece. En estos días un amigo que vive en España usó la palabra “morriña”, que algunos de nosotros no habíamos oído nunca. Su origen es gallego y me parece la traducción perfecta para homesickness pues significa tristeza o melancolía, “especialmente la nostalgia de la tierra natal”.

En Miami y el sur de Florida, así como en el resto de los Estados Unidos, cada vez hay más inmigrantes provenientes de Latinoamérica. Éste no es el único país que nos ha acogido. Todos conocemos a alguien –sino directamente, a través de familiares o amistades- que se ha ido a Canadá o a España o a Holanda o a Alemania o a la misma y lejana Australia, para nombrar sólo algunos destinos; eso sin contar las migraciones dentro de la misma región, como por ejemplo de Venezuela a Colombia o de Perú a Chile.

En los últimos años ese éxodo sólo se ha potenciado por los problemas económicos, sociales, políticos y de inseguridad de muchos países de la región. Pues nadie abandona indefinidamente, quizás para siempre, su terruño, donde se siente en casa y donde está rodeado de seres queridos, a menos que se vea obligado, acorralado por sus circunstancias, que no le permiten visualizar en su propio país, un futuro deseable para sí y para sus hijos. La necesidad tanto como la oportunidad nos han transformado en emigrantes o en familiares de emigrantes.

Por ello, a muchos de nosotros se nos hará fácil reconocer esa nostalgia a la que hago referencia. ¿Qué inmigrante no ha añorado aunque fuera por breves momentos, un lugar o un paisaje o los sabores de una comida como la del hogar en que creció? ¿Quién no ha sentido el deseo de abrazar a alguien a quien sólo podemos ver en la pantalla de un teléfono o de una computadora? ¿Quién no ha sido trasladado al oír una expresión o refrán o canción, a un paraje idealizado por un hermoso recuerdo?

Foto de la película "Homesick" de Satoru Hirohara. Crédito sitio: https://festival.sdaff.org/2013/films/homesick/

Foto de la película “Homesick” de Satoru Hirohara. Crédito sitio: https://festival.sdaff.org/2013/films/homesick/

En fin, ¿quién no ha caído alguna vez víctima de la morriña? Esa palabra me ha gustado tanto que la he investigado a ver si existía el verbo pero no me ha gustado lo que he encontrado pues “amorriñar” es un término que aplica a los animales que enferman de comalia (o morriña en veterinaria, “una hidropesía general”).

La verdad es que yo quisiera que la Real Academia Española ampliara esa definición para incluir la acepción de “amorriñarse” en los humanos, para poder decir con autoridad lingüística que uno anda “amorriñado”, que lo agarró la nostalgia de la morriña, de la saudade como se dice en portugués, porque el sonido, la textura y hasta esa “ñ” atravesada de morriña conspiran para reflejar un sentimiento que, pensándolo bien, ni siquiera la palabra homesickness puede expresar adecuadamente.

Y hablando de palabras bonitas de nuestro idioma, quisiera mencionar tres más (que sí usamos), cuyo sonido también pareciera insinuar su significado: cariño, embeleso y quebranto. Me embeleso en su cariño y quebranto en su ausencia. ¿Quién se atreve a traducir eso?

About Elizabeth Guia Magallanes

Elizabeth Guia Magallanes
Es ingeniero y planificadora financiera de profesión y escritora de vocación. Ha publicado poesía, narrativa, artículos en revistas y periódicos, y colaborado como libretista en proyectos para la televisión hispana.

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