Por Isaac Cohen*
Tanto la Casa Blanca como el gobierno de China deben ser elogiados por llegar a un acuerdo para reducir aranceles superiores a cien por ciento, juzgados increíbles e insostenibles. Además, el acuerdo de pausar por 90 días, mientras continúan las negociaciones, deja abierta la puerta a la posibilidad de que lleguen a un acuerdo sustantivo las dos mayores economías del planeta. El rebote de 3.3 por ciento en el índice bursátil SP 500 indica que los inversionistas están esperanzados.
Sin embargo, a pesar de estos resultados positivos continúa la incertidumbre en la economía estadounidense, primordialmente por el estilo errático e imprevisible de adoptar decisiones que emanan de la Casa Blanca. Por ejemplo, algunas declaraciones recientes revelan una predilección ominosa por los controles de precios, como en amenazar a Walmart por decir que puede tener que subir los precios debido a los aranceles. El presidente Trump dijo que Walmart y China “deberían comer los aranceles”, en vez de aumentar los precios. En la misma dirección fue la sugerencia de que si los aranceles causan escasez de productos, los niños deben conformarse con “dos muñecas” y “cinco lápices” y quizás pagar “un par de dólares más”.
Además de alimentar la incertidumbre, tales declaraciones contradicen el hecho de que la Casa Blanca ha retrocedido dos veces de sus ambiciosos objetivos arancelarios. Eso augura bien para la posibilidad de que todo el experimento arancelario pueda terminar positivamente.
*Analista y consultor internacional, exdirector de la Oficina de la CEPAL en Washington. Comentarista de economía y finanzas de CNN en Español TV y radio, UNIVISION, TELEMUNDO y otros medios.
Por Isaac Cohen*
Tanto la Casa Blanca como el gobierno chino merecen elogios por acordar recortar los aranceles en más del cien por ciento, algo considerado increíble e insostenible. Además, el acuerdo de una pausa de 90 días, mientras continúan las negociaciones, deja abierta la posibilidad de lograr un acuerdo más sustancial entre las dos economías más grandes del mundo. El repunte del 3,3 % en el índice S&P 500 indica que los inversores tienen esperanza.
Sin embargo, a pesar de estos resultados positivos, la incertidumbre en la economía estadounidense persiste, principalmente debido al estilo errático e impredecible de toma de decisiones de la Casa Blanca. Por ejemplo, algunas declaraciones recientes revelan una ominosa preferencia por el control de precios, como la amenaza a Walmart por afirmar que podría verse obligado a aumentar los precios debido a los aranceles. El presidente Trump afirmó que Walmart y China “deberían asumir los aranceles” en lugar de aumentar los precios. En el mismo sentido se sugirió que, si los aranceles generan escasez de productos, los niños deberían conformarse con “dos muñecas” y “cinco lápices” y quizás pagar “un par de dólares más”.
Además de alimentar la incertidumbre, estas declaraciones contradicen el hecho de que la Casa Blanca se ha retractado en dos ocasiones de sus ambiciosos objetivos arancelarios iniciales. Esto augura un buen resultado para todo el experimento arancelario.
*Analista y consultor internacional, exdirector de la CEPAL en Washington. Comentarista sobre temas económicos y financieros para CNN en Español, Univisión, Telemundo y otros medios.