Carlos Fuentes y “La gran novela latinoamericana”

Por Javier Merizalde *

(Actualizado mayo 16 2012) Nota de la editora: A propósito de la lamentable pérdida del autor mexicano el día de ayer, recordamos esta nota de Javier Merizalde sobre la presentación reciente en Nueva York del libro de Carlos Fuentes, “La Gran Novela Latinoamericana”, en el Instituto Cervantes de Nueva York.

NUEVA YORK.- Hace poco tuvimos el privilegio de estar en el Instituto Cervantes, donde Fuentes abordó temas tan variados, desde el impacto multicultural de Latinoamérica en el idioma castellano, hasta sus opiniones sobre literatura, pintura y algunas de sus anécdotas con grandes figuras de la cultura mundial. El resultado fue una magnifica noche donde pudimos ver y escuchar los pensamientos de Carlos Fuentes más allá de las páginas de un libro.

“La Gran Novela Latino-Americana” es un recorrido a través de la evolución de la novela en América Latina desde el inicio de la Colonia hasta nuestros días. Además de la erudición y la exquisita contextualización empleada en los primeros capítulos, Carlos Fuentes luego toma posesión de la narración con autoridad autobiográfica, siendo el escritor testigo directo y participante de gran parte del proceso y los eventos históricos en torno a la literatura en el siglo XX. Presente en el libro están memorias personales como aquella que dio origen a un número de novelas sobre dictadores Latinoamericanos. Esto ocurrió en un Pub en Hempstead, Londres, cuando a un joven Carlos Fuentes y a un joven Mario Vargas Llosa se les ocurrió proponer a sus colegas escritores el ensamblaje de un libro sobre varios dictadores latinoamericanos, dando origen, ya no al tomo susodicho, sino a varias de las más grandes novelas Hispanas del siglo XX, como “El Otoño del Patriarca” de García Márquez, y “El recurso del método” de Alejo Carpentier.

En la presentación, Carlos Fuentes también recordó algunas de estas anécdotas, especialmente sus experiencias  con el director surrealista Luis Buñuel, el cual vivió y trabajo en México durante la Época de Oro del cine Mexicano. Recuerda Fuentes como Buñuel le comentó alguna vez que se había negado a ir a Cuba a filmar una película ya que su padre había pertenecido al pelotón español que mato a José Martí en Dos Ríos.

La velada incluyó un incisivo análisis de la mutación permanente del castellano en la cultura popular de los pueblos latinoamericanos. Alegando que el diccionario Español se empequeñecería de no ser por la contribución de los vocablos pertenecientes a los diferentes países de la América Latina, e incluso haciendo alusión al hecho de que esta mutación ocurre de manera inconsciente, gracias a la tradición oral de los pueblos; especialmente presente en las zonas rurales y en los miembros del tercer estado.

El escritor Mexicano ejemplificó este proceso repitiendo la frase del filósofo Español José Ortega & Gasset,  cuando investigando sobre el conocimiento tradicional de los campesinos andaluces, comentó con sorpresa: “¡Qué cultos que son estos analfabetos!”

Esta misma sabiduría legada por la tradición oral Carlos Fuentes se la atribuye a los indígenas y mestizos de latinoamérica; sabiduría para la cual se necesita una buena dosis de “ignorancia” como diría Mario Moreno Cantinflas, también rememorado por Fuentes tanto al inicio de la presentación, como al inicio de su libro, al repetir la estrafalaria frase del clásico comediante: “Pero oiga, mire nomás, ¡qué falta de ignorancia!”.

Además de estas opiniones de la lengua, también cabe recalcar las opiniones personales del autor en torno al Quijote, el cual es para él “una lectura anual” y que “representa el origen de la novela moderna”.

Leyenda viviente

Carlos Fuentes es una de nuestras “leyendas vivientes” de la literatura Latinoamericana, cuyo porte en la historia de las letras castellanas contrasta con la falta de un protagonismo iconográfico de los  escritores de hoy en día en la cultura popular. Esto a pesar de la proliferación de los medios a través de la Internet, y la aguda observación del mismo Fuentes, quien dijo durante la presentación que “en América Latina nunca habían habido tantos ni tan buenos escritores como hay hoy en día”.

Pese a esto, nombres como Carlos Fuentes, los cuales conjuran cierta talla y hasta llegan a personificar la misma literatura, no han aparecido con la misma intensidad o frecuencia con la que estaban presentes a principios, mediados o finales del siglo XX. Aquellos jóvenes escritores como García Márquez, Mario Vargas Llosa, Jorge Edwards entre otros que se dieron cita en el Paris de fines de los 50’s y principios de los 60’s, ya eran fenómenos leídos y reconocidos internacionalmente a temprana edad, cosa que los escritores jóvenes de hoy, por más buenos que sean, han conseguido solo a medias. Eso deja a las letras hispanas con la triste realidad de una generación de iconos literarios en extinción. Luminarios como José Saramago, Ernesto Sábato y Jorge Semprún ya han dejado este mundo, estos dos últimos en el 2011.

Lo que esto significa en un sentido cultural y en el contexto sociológico-histórico de las naciones de Latinoamérica no está claro, pero Carlos Fuentes fue enfático en puntualizar que los miedos sobre “El fin de la literatura” son tan solo eso; miedos, y que la mejor prueba era que en la ocasión de haber asistido al salón Mexicano en La Feria del Libro en Paris, pudo contar 42 escritores mexicanos que se estaban publicando y leyendo en Francia, en contraste de sus épocas cuando solamente Juan Rulfo, Octavio Paz y él eran publicados y leídos en Francia.

Terminada la presentación, y ya en el tren de camino a casa, una pregunta flotaba en mi cabeza mientras observaba la firma del maestro en la primera página de mi copia de “La Gran Novela Latinoamericana”; me preguntaba si los escritores de mi generación, pese a su evidente talento, podrían seguir manteniendo el apelativo de “Gran” en la novela Latinoamericana, pasando de ser buenos escritores a figuras representativas, tal y como Carlos Fuentes y sus contemporáneos llegaron a ser. Lo sabremos allá, en el año 2051, a 40 años de hoy, cuando se dé cita otra vez en el Instituto Cervantes de Nueva York para celebrar la presentación de un libro aun-no escrito por un titán de las letras del cual desconocemos el nombre.

Si desea ver el video de la presentación haga clic aquí.  Foto crédito de Carlos Fuentes/Agencia EFE

 

 

 

* Javier Merizalde es un escritor de origen ecuatoriano basado en la ciudad Nueva York

 

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