De Miguel Rivera, Bank of America *
Cuidar a los padres u otros seres queridos puede ser una de las labores más importantes que desempeñará, pero también puede ser una carga financiera pesada. Las facturas médicas y el costo de una atención prolongada pueden ser altos: una habitación privada en una residencia para personas de edad avanzada puede costar miles de dólares al mes. El costo corre por cuenta propia si no está cubierto por Medicare o por un seguro de salud privado.
Desde reducciones de impuestos hasta la asistencia de cuidados de la salud, estas son cinco estrategias para ayudar a reducir los gastos y aliviar el estrés provocado por el cuidado de personas mayores o de cualquier persona que necesite asistencia.
1 – Prepárese para el rol ahora
Nunca es demasiado pronto para hablar con los miembros de la familia sobre los posibles escenarios. Por ejemplo, ¿qué tal si sus padres tienen que venir a vivir con usted? o ¿qué tal si viven lejos y usted tiene que viajar frecuentemente para ayudar a cuidar de ellos? Es importante comprender cómo esto podría afectar otros aspectos de su vida, como su profesión y sus responsabilidades con su familia inmediata. Además, podría comenzar a ahorrar anticipadamente y estar preparado para cualquier gasto de cuidado de personas. También, considere obtener un poder notarial, en caso de que un ser querido necesite que usted tome decisiones en su nombre en el futuro.
2 – Busque alternativas de ayuda financiera
Los siguientes son algunos de los programas que pueden ayudar a cubrir los costos de atención: Medicaid, Medicare, programas de descuento en recetas médicas, subsidios compasivos del Seguro Social, asistencia para personas con discapacidades, intercambios estatales para el cuidado de la salud, y otros programas. Los requisitos para calificar en dichos programas se determinan basándose en cada persona, así que busque el tipo de asistencia para la que califica de acuerdo con su situación. El lugar ideal para comenzar la búsqueda es el sitio web del programa de cuidados de la salud de su estado, o el sitio web healthcare.gov. En la mayoría de los casos, usted tendrá la oportunidad de programar una cita con uno de los representantes de asistencia de cuidados de la salud, para que encuentre el tipo de ayuda al que usted califica, de acuerdo con sus necesidades.
3 – Considere un seguro de cuidado a largo plazo
La póliza del seguro de cuidado a largo plazo es una de las formas más comunes de ayudar con el cuidado de personas. Medicare y las pólizas estándar de seguro médico no cubren los cuidados a largo plazo. Medicaid está obligado a cubrir cuidados a largo plazo, sin embargo, solo lo hará si usted cumple con los requisitos, lo que podría significar que usted ya agotó sus demás recursos. El seguro de cuidados a largo plazo está diseñado para comenzar donde esas pólizas terminan. Este tipo de seguro cubre los costos de asistencia, que incluyen el desempeño de las tareas cotidianas básicas como vestirse, comer y bañarse.
Si piensa que tendrá que planificar cuidados a largo plazo, es bueno que comience cuanto antes. De acuerdo con la Asociación Americana de Seguros de Cuidados a Largo Plazo (American Association for Long-Term Insurance), en 2022, el costo promedio anual de una póliza de cuidados a largo plazo valorada en $165,000 en beneficios para una pareja de 55 años de edad es de $2,450. Al cumplir los 65 años, la prima del seguro aumenta a $3,750.
4 – Busque información sobre los beneficios de impuestos de cuidados para dependientes
Si la persona a la que usted cuida califica como dependiente para efectos de declaración de impuestos federales, puede ser que usted cumpla con los requisitos para recibir ciertos beneficios de impuestos. (Consulte la página web del Servicio de Impuestos Internos, IRS, para ver quién califica como dependiente). Usted podría deducir la cantidad que paga por los gastos médicos de su dependiente hasta cierta cantidad, incluyendo modificaciones que haya hecho en su casa para atender las necesidades médicas.
Además, usted podría calificar para un crédito fiscal por cuidado de dependientes de hasta 35 por ciento de $3,000 por un menor o un dependiente, o de $6,000, por dos o más, de acuerdo con sus ingresos. Dependiendo de cuánto gastó en cuidados de un menor o un dependiente mientras que usted y su cónyuge trabajaron o buscaron empleo, así como de la cantidad de sus ingresos obtenidos, usted podría recibir un crédito fiscal de hasta $1,050 por un dependiente, o $2,100 por dos o más. Esto incluye las cantidades que pagó por los cuidados de su dependiente, ya sea en casa o en un centro, debido a que su horario de trabajo no le permitió hacerlo. Además, usted podría pagar estos gastos al destinar una parte de sus ingresos antes de impuestos a la Cuenta de Gastos Flexibles para Cuidados de Dependientes (DCFSA). Recuerde que podría no recibir todo el crédito por cuidado de dependientes si contribuye a una DCFSA.
Los reglamentos del IRS sobre los beneficios de impuestos relacionados con los dependientes son específicos, así que revíselos o consulte con un profesional de impuestos para determinar si califica y lo que debe hacer para presentar su declaración correctamente.
5 – Tome en cuenta los beneficios fiscales de las cuentas de ahorros o de gastos de la salud
Si su ser querido califica como un dependiente en su declaración de impuestos, usted podría utilizar las Cuentas de Ahorros para la Salud (HSA), las Cuentas de Reembolso de la Salud (HRA) y/o las Cuentas de Gastos Flexibles para la Salud (FSA) para ayudar a cubrir los gastos médicos, dentales y de visión que califiquen. Por ejemplo, es posible que pueda destinar una parte de sus ingresos antes de impuestos a una cuenta de salud FSA para pagar gastos por cuidados de la salud que califiquen y que hayan sido contraídos por el dependiente. Cada tipo de cuenta tiene distintos requisitos de elegibilidad, así como ventajas y desventajas, según su situación. Por ejemplo, para poder contribuir a una HSA, por lo general, usted debe estar inscrito en un plan de salud con deducible alto que califique, y no puede tener cobertura médica adicional que lo descalifique, como una cuenta de salud FSA o una HRA para propósitos generales. Si está considerando alguna de estas, es buena idea consultar con un profesional de impuestos o con su empleador, quien puede que ofrezca o no este tipo de cuentas. Usar alguna de estas cuentas puede ayudarle a que su dinero rinda más y a reducir sus ingresos sujetos a impuestos.
Estas son las características principales de cada cuenta.
Cuenta de ahorro para la salud (HSA)
- Es posible que pueda dirigir las inversiones de los fondos de la cuenta
- Debe contribuir con dinero a la cuenta antes de poder usar los fondos para gastos que califiquen
- Por lo general, la cuenta es transferible y no se pierde tras la terminación de empleo
- Por lo general, al final del año, el dinero de la cuenta se transfiere al año siguiente
Cuenta de Reembolso de Gastos Médicos (HRA)
- Usted no puede dirigir las inversiones de los fondos de la cuenta
- Su empleador contribuye a la cuenta
- Por lo general, la cuenta no es transferible y se pierde tras la terminación de empleo
- Por lo general, al final del año, el dinero de la cuenta se transfiere al año siguiente
Cuenta de Gastos Flexibles para la Salud (FSA)
- Usted no puede dirigir las inversiones de los fondos de la cuenta
- Por lo general, usted contribuye por medio de deducciones de nómina y puede pagar gastos que califiquen antes de que se reciban en su totalidad los fondos en la cuenta
- Por lo general, la cuenta no es transferible y se pierde tras la terminación de empleo
- Por lo general, debe usar el dinero de la cuenta antes de que termine el año
Cuenta de Gastos Flexibles para Cuidados de Dependientes (DCFSA)
- Usted no puede dirigir las inversiones de los fondos de la cuenta
- Debe contribuir con dinero a la cuenta antes de poder usar los fondos para gastos que califiquen
- Por lo general, la cuenta no es transferible y se pierde tras la terminación de empleo
- Por lo general, debe usar el dinero de la cuenta antes de que termine el año
Los costos que implican los cuidados de la salud pueden constituir una parte importante de su panorama financiero. Estas herramientas y opciones pueden ayudarle a manejar los gastos de cuidados sin poner en riesgo sus propios ahorros.
*Miguel Rivera es gerente de banca de pequeñas empresas
de la región sur de Florida de Bank of America