Cómo proteger a tus hijos de las conductas de riesgo

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Dra. Dennisse Meléndez

Educadora en Salud

Durante las primeras etapas de nuestros hijos, podemos tener el control de muchas de las influencias que le rodean. Nos ocupamos de dar todos los recursos que tenemos para que tengan un mejor desarrollo dentro de un entorno saludable. Estudios indican que la relación que establecemos con nuestros hijos desde las primeras etapas guarda estrecha relación con las conductas de estos en un futuro y las decisiones que tomen. Por esto, las primeras etapas de crianza y la relación saludable que desarrollamos con ellos, es clave para formar adolescentes sanos y con menores prácticas de riesgo.

Hoy día muchos padres tienen que salir a trabajar fuera del hogar y se ven obligados a relevar la educación y el cuidado de los menores a instituciones y cuidadores. Pero a pesar de esto, los padres pueden proteger a los menores de las influencias negativas a los que puedan estar expuestos y mantener una relación saludable entre ambos. Existen algunas herramientas que son efectivas para proteger a los menores de las conductas de riesgo.

La Organización Mundial de la Salud (2015), enfatiza sus iniciativas en la población adolescente por tres razones: (1) Se demostró que el VIH es la segunda causa de muerte entre los adolescentes. (2) El desarrollo del adolescente repercute en la edad adulta y la próxima generación. (3) El adolescente experimenta cambios acelerados ya que el cerebro puede adaptarse con mayor facilidad que en la edad adulta.

Entonces como padres ¿qué podemos hacer? Pues, los padres tenemos las riendas para guiar a nuestros hijos por el camino del bien y la salud. Nosotros somos una pieza clave para el desarrollo saludable de nuestro adolescente. Esta protección comienza con unas bases que deben establecerse en el hogar y que resultan en el escudo protector de nuestros hijos. A continuación se presentan los pasos para lograr esto:

  1. Tiempo de calidad: los padres trabajan dentro o fuera del hogar, deben separar un espacio diario para atender a los menores. Pueden conversar durante el desayuno, la cena o antes de dormir. También se recomienda involucrarse en sus intereses como escuchar música con ellos o jugar juntos algún juego electrónico de su interés.

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  2. Contacto físico saludable: un buen abrazo a diario, una caricia hasta una palmada en su espalda, le dejan sentir que lo amas y te agrada estar con él. Aunque vayan adquiriendo mayor independencia, siempre es necesario algún contacto físico que les demuestre tu amor por él.
  3. Mantener la figura paternal: los menores necesitan saber que existe una figura de autoridad en el hogar a quien se le debe respeto y a la vez quien será de protección y seguridad cuando le necesite. El convertirnos en sus mejores amigos más que un padre, dificulta el establecimiento de límites y la disciplina en el hogar.
  4. Mantener una atmósfera saludable: la confianza y la comunicación continua con el menor en el hogar, permite la apertura para verbalizar sus inquietudes y emociones de manera más abierta. Esto facilita al menor expresarse sobre su sexualidad, curiosidades y temores que puede estar enfrentando.

Está demostrado que estos pasos sirven para proteger al adolescente de prácticas riesgosas y desarrollar relaciones saludables entre ambos. El hogar es el centro de toda gestión en el individuo y el camino que dirige a una sociedad a alcanzar su máximo potencial.

About María José Martínez

María José Martínez
Periodista y bloguera con más de diez años de experiencia en diversos medios de comunicación en Venezuela. Actualmente, resido en Miami donde doy cobertura a la situación de los venezolanos en Estados Unidos.

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