En estos días de debate entre el gobierno demócrata y los legisladores republicanos sobre levantar el techo del endeudamiento del país, hace que muchos se pregunten: ¿Qué implica levantar el techo de la deuda? La respuesta es, técnicamente: nada. Más bien el no hacerlo “enviaría una señal al mundo y a los inversionistas que diría que los Estados Unidos no puede recuperarse y no tiene un plan para no seguir endeudándose”, explica Kimberly Amadeo, economista de About.com.
La fecha tope es el 2 de agosto y parecería que elevar el nivel de la deuda, que ya va por los 14.3 trillones de dólares (cifra en inglés) es un hecho, pues no hacerlo equivale a que el gobierno no podría emitir más bonos del Tesoro para pagar su deuda. Casi dos tercios de la deuda gubernamental es pública, contraída a individuos, negocios y gobiernos extranjeros tenedores de letras, pagarés y bonos del Tesoro estadounidense.
Un reporte de la agencia Reuters indica que el Tesoro ha recibido más de 40 mil millones de dólares de ingresos por concepto de impuestos corporativos este mes de junio. Aunque este valor es solo una fracción de lo que necesita el gobierno para seguir operando. El gobierno norteamericano presta un promedio de 125 mil millones de dólares al mes para poder pagar sus obligaciones como los beneficios de Seguro Social a ancianos y discapacitados. Para complicar las cosas, en agosto se vencen 500 mil millones de dólares en deuda.
“Elevar el techo de la deuda no es el problema, sino el presupuesto”, asevera Amadeo. El debate presupuestal para 2012, que para septiembre debería estar listo, ha sido politizado con posturas rígidas. Por un lado los republicanos abogan por cortes al presupuesto y reducción de la deuda, por otro los demócratas se niegan a cortar servicios sociales y desean aumentar impuestos.
“Lo que el gobierno tiene que hacer es crear trabajos e invertir en educación”, acota la experta. “Con 14 millones de norteamericanos desempleados, ellos deberían relocalizar el gasto para fomentar la creación de empleo”, acota.
Amadeo piensa que si el gobierno sigue reduciendo su gasto, el país puede convertirse en Inglaterra o pero aún Grecia. De hecho, el Producto Interno Bruto del trimestre pasado sufrió una severa reducción debido en parte a que el gobierno redujo un 20% del gasto. Actualmente el PIB está en 1.9%.
“El presupuesto está totalmente fuera de todo tiempo y lugar”, admite el profesor Jorge Salazar, de la Universidad Internacional de Florida. “Va a haber muchos recortes”, añade Salazar. “Aunque el gobierno ha tomado medidas para salir de la Gran Recesión, no han dado resultados pues ha sido tapar huecos para hacer otros”, asevera el experto.
Amadeo coincide en que el gobierno está “fuera de foco”. “A la gente no le importa el techo de la deuda, sino si pueden vender su casa u obtener empleo”, explica la economista.
“Creo que (el gobierno y los legisladores) van en la dirección equivocada”, indica Amadeo, quien advierte que mientras el mercado de la vivienda no levante cabeza, la situación va a ser complicada. Tanto ella como Salazar creen que se debe incentivar a las pequeñas empresas por medio de quitar impuestos al rol de pagos.