Washington, D.C. (ConCienciaNews) – Dalila Saravia tiene 17 años y siete meses de embarazo. Como miles de jóvenes latinas en el país, Saravia tiene que aprender a ser madre cuando solo hace algunos años era ella quien jugaba con muñecas.
Saravia nunca pensó quedar embarazada. Sin embargo, la idea de tener un hijo tan joven no le preocupa. Ella no es la única que está embarazada de su grupo de amigas: por lo menos ocho de ellas están embarazadas o ya son madres.
“No me cuidé, y realmente no me importó. Siempre he querido un bebé. Yo sabía que si no me cuidaba podía quedar embarazada”, dijo Saravia, quien vive con su mamá y ahora sólo espera dar a luz, viendo televisión y esperando que pase el tiempo hasta que llegue el momento.
Tampoco va a la escuela. Hace ocho meses decidió no regresar: “no me gusta estudiar”, dijo la joven de origen salvadoreño y la menor de una familia de cuatro mujeres.
Según La Campaña Nacional para Prevenir el Embarazo en Adolescentes (CNPEA), un tercio de las jóvenes en Estados Unidos quedan embarazadas antes de los 20 años. En otro estudio realizado en el 2007, más de la mitad de las latinas no ha pensado nunca en lo que pasaría si se embarazaran siendo adolescentes y sólo el 38 por ciento cree que tener un hijo en la adolescencia sería un impedimento para lograr sus metas.
“Con los años he visto cómo hay más jovencitas que quedan embarazadas. A la mayoría esto le ocurre porque no tienen la información suficiente de cómo cuidarse y protegerse”, dijo Lumarie Orozco, coordinadora y entrenadora del proyecto Casa de Esperanza en Miniápolis.
Según el estudio de CNPEA, los adolescentes sexualmente activos que no usan anticonceptivos tienen una probabilidad de 85 por ciento de embarazarse en el transcurso de un año.
Los adolescentes latinos tienen la misma probabilidad de tener relaciones sexuales que otros adolescentes, pero tienen menos probabilidades de usar protección. Las posibles razones es que se sienten avergonzados, tienen miedo de que sus padres se enteren, o simplemente toman la decisión de no usarlos.
“Ahora son las latinas quienes encabezan las estadísticas de jovencitas embarazadas en el estado de Minnesota”, dijo Orozco, quien también aseguró que estas cifras aumentan con los años.
Esto también se debe a que las jóvenes no hablan sobre este tema en sus hogares. “En las casas no se habla sobre sexo, es algo considerado como un tabú. Se cree que, si no se habla, los jóvenes no lo harán; es lo que piensan los padres”, dijo Orozco.
Lo mismo le ocurrió a Saravia: lo que ella sabía sobre cómo prevenir un embarazo lo aprendió a través de su hermana, quien es unos cuantos años mayor que ella. “Mi mamá no habla sobre el tema. Siempre ha sido así, es algo de lo que no se habla”.
Pero más allá de la falta de comunicación con los padres, Orozco asegura que uno de los problemas es el desconocimiento por falta de información y sobre dónde hallarla.
“Creo que la situación no es culpar a los padres por no poner atención a sus hijos. Ellos tienen que hacer lo necesario para sobrevivir. Lo repito, el problema es la falta de información”, dijo.
Saravia dijo que la mayoría de veces que habla de relaciones sexuales es con sus amigas, más nunca con su mamá. Tiene vergüenza. Según ella, esos temas es mejor no hablarlos con los padres.
“La razón por la que los padres no hablan con sus hijas sobre este tipo de temas es porque nadie ha tenido esas conversaciones con ellos”, dijo Orozco.
Es un desconocimiento generalizado. Muchos padres creen que evitarán que sus hijos tengan relaciones sexuales si es que no abordan el tema.
“Están completamente equivocados, ellos necesitan tener este tipo de conversaciones, y más cuando hay jovencitas que tienen mucha presión entre ellas”, dijo Orozco. Agregó que a veces es difícil reconocer en la comunidad latina que cada día aumentan los casos de jóvenes embarazadas.
“Es necesario actuar como padres; hay que comunicarse con los hijos. La sexualidad es parte de nuestra naturaleza y los jóvenes van a explorar y tratar cosas; hay que proveerles información, para ayudarles a tomar una mejor decisión”.
¿Cómo pueden hablar los padres sobre las relaciones sexuales con sus hijos adolescentes?
1. Sea abierto: los jóvenes aprecian la sinceridad de sus padres y quieren saber de sus propias experiencias acerca de relaciones de noviazgo.
2. Sea el experto: esto significa hablar con ellos y escuchar su punto de vista. Tome el tiempo para escuchar y responder.
3. Sea accesible: aunque los padres estén muy ocupados, es importante ser accesible para sus hijos cuando tienen que hablar con usted.
4. Sea confiado: los hijos quieren que sus padres les tengan confianza y que les muestren que les quieren, pase lo que pase.
5. Manténgase tranquilo: los adolescentes dicen que mantenerse tranquilo es algo que los padres pueden hacer para mejorar las conversaciones sobre asuntos delicados como el sexo.
6. Haga preguntas abiertas: pregúnteles a sus hijos lo que ellos piensan, haciendo preguntas abiertas (las que no se pueden contestar con un “sí” o “no”).
7. Escuche a sus hijos: deje que sus hijos hablen sin interrupción. No interrumpa ni termine sus oraciones.
8. Póngase en el lugar de su hijo: haga un esfuerzo para ponerse en el lugar de sus hijos y pensar en las cosas desde su perspectiva.
9. Apele a metas comunes: cuando sea posible, ponga énfasis en las metas comunes y dígales a sus hijos que usted quiere todo lo mejor para ellos.
10. Demuestre su interés: asegúrese de que sus hijos sientan que usted está prestándoles toda su atención. Mantenga contacto visual con sus adolescentes cuando habla.
Fuente: La Campaña Nacional para Prevenir el Embarazo en Adolescentes.
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