(Scroll down for English version) En Olancho, Honduras, lo que empezó como una tragedia, terminó convirtiéndose en una gran esperanza y buena noticia para muchos. Esta es la historia de Alex Guerrero y su esposa Adilia.
Corría el 24 de marzo de 2012, cuando con grandes expectativas, el matrimonio dio la bienvenida a su hijo César, en una clínica privada.
Pero algo estaba mal, terriblemente mal. El médico le dijo a Alex que su hijo había nacido con una malformación, tenía el labio y paladar hendido. Su consejo fue simplemente tratar de evitar que la gente viera al bebé, “ya que sería muy traumático para todo el mundo”.
“En ese momento sentí que mi mundo se venía abajo”, recuerda Alex. “Tenía tantas preguntas planteadas dentro de mí: ¿Es éste un castigo de Dios? ¿Será culpa de mi esposa? ¿Será que sufro de alguna enfermedad? ¿Se va a morir? ¿Cómo podemos darle de comer? ¿Dónde vamos en busca de ayuda? “.
Pero nadie tenía ninguna respuesta. Ni los médicos de la clínica privada, ni el hospital regional en el departamento de Olancho, en Honduras, en el que viven, podían ofrecer ningún tipo de ayuda. Ellos no podían indicar dónde debían ir para encontrar a alguien que pudiera operar a su hijo. Y ellos no sabían cómo alimentar a su hijo.
La situación pronto llegó a ser muy crítica. “Sus niveles de glucosa se pusieron muy bajos ya que no podíamos alimentarlo – hasta tal punto que casi entró en estado vegetativo”, relata el padre. “Perdió su movilidad y nadie nos podía decir qué hacer “, dice Alex, recordando con los ojos llenos de lágrimas”.
Durante casi ocho meses, los Guerrero trataron desesperadamente de encontrar a alguien que pudiera ayudarles. Fueron a clínicas privadas y hospitales públicos. Se dirigieron a todas las grandes ciudades. Una clínica les pidió 280 000 lempiras (US$18.000) para la primera cirugía de labio y paladar. Pero no tenían esa cantidad de dinero.
“Pensamos en vender nuestra casa, vender el coche. Era todo lo que teníamos, era mi herencia familiar… Dolía tanto tener que perder todo. Y dolía ver a mi hijo muriendo. Sentí que estaba en un callejón sin salida”, expresa Alex.
Una luz al final del túnel
Pero entonces alguien, un taxista, mencionó Operación Sonrisa y el centro localizado en la capital, Tegucigalpa.
“Tan pronto entramos por la puerta del centro sentí una sensación muy diferente. El personal era amable y nos trataron con respeto. Era como ver la luz al final de un largo túnel.”
Su hijo recibió cirugía al cabo de varias semanas – y no les costó ni una moneda. En ese momento, Alex hizo una promesa.
“Hice una promesa a Dios, a Operación Sonrisa y a mi hijo de que, mientras viva, no habrá una sola persona en todo el departamento de Olancho que vaya a vivir con labio o paladar hendido. No quiero que nadie pase por lo que hemos tenido que pasar nosotros”, manifiesta.
Desde entonces, hace tres años, “Don Alex” y su familia pasan todo su tiempo libre ayudando a otros padres y niños para recibir la atención que necesitan tan desesperadamente.
Han visitado todos los centros de salud en su región, difundiendo información sobre Operación Sonrisa. Él ha puesto a las órdenes su número de teléfono al hospital regional para que lo puedan llamar en cualquier momento, en cuanto vean a un niño nacido con una hendidura.
También hace anuncios en radio y televisión para llegar a todos los rincones del enorme departamento de Olancho. Don Alex visita a los pacientes en su casa, con su hijo, para mostrarles que efectivamente existe esperanza, hay gente que quiere ayudar y lo hace de forma gratuita.
Operación Sonrisa
Operación Sonrisa es una organización médica internacional que ha proporcionado cientos de miles de cirugías gratuitas a niños y adultos jóvenes en los países en desarrollo que nacen con labio y/o paladar hendido y otras deformidades faciales. Es una de las organizaciones más grandes y antiguas basadas en voluntarios dedicados a mejorar la salud y la vida de los niños en todo el mundo mediante el acceso a la atención quirúrgica.
La organización llena un vacío en el acceso a cirugías seguras y bien organizadas mediante la asociación con hospitales, gobiernos y ministerios de salud, la formación de personal médico local, y la donación de suministros y equipos que tanto necesitan los sitios quirúrgicos en todo el mundo.
Para obtener más información sobre Operación Sonrisa y cómo donar a la causa, por favor visite www.operationsmile.com
ENGLISH
Don Alex has inspired a pilot project to find patients in Honduras
It was the 24th of March in 2012, early in the morning. Alex Guerrero and his wife Adilia had chosen a private clinic this time. It was going to be their fourth child. The other three being teenagers, this felt like their” dessert” in life – their last baby.
But when their son Cesar was born, something was wrong. Terribly wrong. The doctor told Alex that his son was born with a malformation, a cleft lip, and cleft palate – and his advice was simply to try to avoid letting people see the baby – it would just be very traumatic for everybody.
” At that time, I felt my world fell apart. So many questions raised inside me: Is this a punishment from God? Is it my wife’s fault? Do I suffer from some illness? Is he going to die? How do we feed him? Where do we go for help?”
Nobody had any answers. Neither the doctors at the private clinic nor the regional hospital in the department of Olancho in Honduras, where they live, had any help to offer. They couldn´t say where they should go to find someone that could give their son surgery. And they didn´t know how to help them feed their son.
The situation soon became very critical:
“He got very low in his glucose levels because we could not feed him – to such a degree that he almost went into a vegetative state. He lost his mobility. And yet no one could tell us what to do”, says Alex, his eyes tearing up of the memory.
For almost 8 months they desperately tried to find someone that could help them. They went to private clinics and government hospitals. They drove to all the big cities. One clinic asked for 280 000 lempiras (18 000 USD) for the first surgeries in the lip and palate – money they just didn´t have.
“We thought about selling our house, selling the car. It was all we had, it was my family heritage…It hurt so much to have to lose it all. And it hurt to see my son dying. I felt I was at a dead end. “
But then someone, a taxi driver, mentioned Operation Smile and the center in capital Tegucigalpa.
“As soon as I went through the gates to the center I felt a very different feeling. The staff were kind and treated us with respect. It was like seeing the light at the end of a long tunnel.
His son received surgery a few weeks later – and it didn´t cost them one lempira. At that moment, Alex made a commitment.
“I made a promise to God, to Operation Smile, and to my son that – as long as I live – there will not be one single person in the whole department of Olancho, living with an untreated cleft lip or cleft palate. I don´t want anybody to go through what we have been through. “
Since then, three years ago now, Don Alex and his family, spend all their spare time, helping other parents and children to get the care they so desperately need.
He has visited all the health clinics in his region, spreading information about Operation Smile. He has given his phone number to the regional hospital so they can call him anytime, as soon as they see a child born with a cleft. He makes radio announcements and talks in television to reach out to every corner of the huge department of Olancho. And he visits the patients at home, bringing his son to show them that there is indeed hope, there are people out there wanting to help – and they do it for free…
Operation Smile is an international medical charity that has provided hundreds of thousands of free surgeries for children and young adults in developing countries who are born with cleft lip, cleft palate or other facial deformities. It is one of the oldest and largest volunteer-based organizations dedicated to improving the health and lives of children worldwide through access to surgical care.
Operation Smile helps to fill the gap in providing access to safe, well-timed surgeries by partnering with hospitals, governments and ministries of health, training local medical personnel, and donating much-needed supplies and equipment to surgical sites around the world.
This Father’s Day we invite you to extend your hearts out to families and fathers, who just like us, want nothing more than the well-being of their children. For more information on Operation Smile and where you can donate to the cause, please visit www.operationsmile.com