La lenta y frágil recuperación económica de Florida exige cautela

Por Elizabeth Guía *

De diciembre del 2010 a diciembre del 2011, la tasa de desempleo en Miami-Dade se redujo de 13.1% a 10.3 %; en el condado de Broward, la reducción fue de 10.2% a 8.7%. Son muy buenas noticias que, con justa razón, no han animado excesivamente a algunos sectores de nuestra población.

En primer lugar, ambas tasas continúan siendo altas; en diciembre de 2007, la tasa de desempleo a nivel estatal era de sólo 4.7%, la más baja en el sureste del país; poco después, nuestro estado registraría unas de las más altas a nivel nacional, situación que no ha cambiado. El nivel nacional actual está en 8.3%, todavía muy por encima de los valores históricos. De acuerdo con el Departamento de Trabajo, solamente en dos de los sesenta años transcurridos entre 1948 y el 2008, el país registró tasas de desempleo superiores al 8%. Esto ocurrió en 1982 y 1983, veinticinco años atrás.

Adicionalmente, distintas empresas y organizaciones de la Florida, públicas y privadas, han continuado anunciando despidos masivos o restructuraciones que pudieran acarrear más de estos; en días recientes el Jackson Hospital que, según anunció su ejecutivo principal Carlos Migoya, despedirá en las próximas semanas 920 empleados y eliminará 195 cargos.

Sea por recortes presupuestarios o por reorganización administrativa, lo cierto es que hay que prever que la recuperación de la economía de nuestro estado puede que no sea todo lo fuerte como desearíamos. Por el contrario, conviene imaginar que el proceso será lento y difícil, y de acuerdo con ello, tomar precauciones. He aquí unos consejos útiles:

1.- Implemente un ahorro automático

Por ejemplo, alrededor de la mitad de los desempleados de nuestro estado (53% en el 2010) han tardado más de seis meses en encontrar trabajo de nuevo. A base de ello, resulta aconsejable iniciar, continuar o aumentar, en la medida de lo posible, un sistema de ahorro automático para mantener una reserva para contingencias que cubra no menos de seis meses de los gastos de vida, incluyendo vivienda y servicios, alimentación y transporte. Este ahorro debería acumularse conservadoramente, evitando las fluctuaciones y riesgos del mercado.

2.- Si es necesario, cambie de banco

Bien por necesidad o por optimismo frente a la incipiente recuperación de la economía, lo cierto es que la deuda en tarjetas de crédito de los consumidores en los EEUU no ha dejado de aumentar. Por su parte, el promedio anual de interés de éstas continúa alto, igual a 14.97%, variando para nuevas ofertas entre 10.40% y 23.64%, dependiendo de la calificación de crédito de la persona. Al mismo tiempo, el interés que pagan los bancos en cuentas de ahorro está por debajo del 1%. De tal forma que una persona que tenga $5,000 en una cuenta de ahorros que pague 0.65% de interés anual y $5,000 en deudas en tarjeta de crédito a un costo promedio de 14.97% de interés también anual, estaría ahorrando alrededor de $32 al año y gastando, al mismo tiempo, cerca de $750, ¡sólo en intereses! Ello sin tomar en cuenta que casi todos los bancos están aumentando los costos y cargos por sus servicios. En este sentido, vale la pena averiguar cuales bancos resultan más ventajosos desde el punto de vista de los servicios que ofrecen y de los cargos asociados con estos. No tiene sentido mantener una cuenta corriente con un banco aunque uno haya sido su cliente por muchos años, si otro banco de similar calidad le ofrece las mismas ventajas a un costo inferior.

3.- Empiece a reducir su deuda crediticia, ¡ya!

Al mismo tiempo, lo ideal sería tratar de reducir el monto de las deudas, en particular el de las de tarjetas de crédito, lo más rápidamente posible, pagando mensualmente un monto por arriba del mínimo requerido. Muchas tarjetas de crédito tienen ofertas para que el tarjetahabiente transfiera la deuda a tasas hasta de 0% por un período dado, usualmente entre 12 y 18 meses. Evidentemente, los ahorros pueden ser significativos, siempre y cuando se ejerza disciplina y se continúe realizando el mismo pago mensual, de forma que se vaya reduciendo la deuda, evitando al mismo tiempo, aumentar ésta con nuevos cargos.

4.- Evite a toda costa sacar dinero de su 401(k) o IRAs

Aquellos menos afortunados que no han logrado reincorporarse a la fuerza de trabajo o que lo han hecho con sueldos reducidos, es posible que se sientan tentados a recurrir a sus ahorros de retiro, como los planes 401(k), 403(b) ó IRAs, para pagar gastos mensuales, incluyendo la hipoteca. Esto se debe evitar a toda costa pues se corre el riesgo de llegar a la edad de retiro con insuficientes ahorros, precisamente cuando las probabilidades de obtener empleo se ven reducidas más.

5.- Considere el “Short sale” ante un embargo hipotecario

Un número importante de bancos y entidades acreedoras ha llegado a acuerdos con el gobierno que incluyen el pago de multas y penalidades por irregularidades y abusos cometidos, así como nuevos programas de ayuda a dueños de viviendas. Algunos de estos son una continuación de programas previos como los de modificaciones a los préstamos hipotecarios. Quienes no califican para una modificación podrían beneficiarse con la llamada venta corta o “short-sale,” de acuerdo con la cual el banco aceptaría la venta de la propiedad por un monto inferior a la deuda, eximiendo al mismo tiempo al dueño de la vivienda de la deuda en su totalidad, incluyendo una segunda hipoteca si ese fuere el caso. Hay bancos que ofrecen $3,000 como ayuda para la mudanza. Se recomienda a aquellas personas que están teniendo dificultades con el pago de sus hipotecas, que investiguen dichas oportunidades en la página web de su banco o institución acreedora, llamen al departamento de servicio de hipotecas o consulten con un especialista. Vale la pena tomar en cuenta que a menos que el gobierno decida postergarlo, a fines del 2012 vence el plazo dentro del cual aquellas personas que llevan a cabo una venta corta no tendrán que pagar impuestos por el monto de deuda que les fuera perdonado.

6.- Ahorre, ahorre, ahorre

Lamentablemente hay quienes opinan que nuestro estado puede verse sacudido por otra ola de embargos hipotecarios, debido a que las tasas de desempleo aun se mantienen elevadas. Por esta razón, se hace imprescindible mantener una actitud de moderación en los gastos, ahorrando en la medida de lo posible, y protegiendo dichos ahorros de los vaivenes de la bolsa de valores y otras inversiones que conllevan riesgo.

 

 

Elizabeth Guía es Consultora Financiera, Mediadora Certificada por la Corte Suprema de La Florida para casos de Circuito Civil y miembro de la directiva de la Academia de Mediadores Profesionales de la Florida. elizabeth.guia@guiaconsulting.com

 

 

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One comment

  1. Avatar

    Muy bueno tu articulo, 

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