Prevención del cáncer en las mujeres

Cinco tipos principales de cáncer afectan los órganos reproductores de la mujer: cáncer de cuello uterino, ovario, útero, vagina y vulva. En conjunto, se denominan cánceres ginecológicos. (Un sexto tipo de cáncer ginecológico muy poco frecuente es el cáncer de las trompas de Falopio).

En el 2009 (el año más reciente sobre el que hay datos disponibles):

  • 84,155 mujeres en los Estados Unidos recibieron un diagnóstico de cáncer ginecológico.
  • 27,813 mujeres en los Estados Unidos murieron por cáncer ginecológico.

Algunos cánceres ginecológicos son causados por el virus del papiloma humano (VPH), una infección de transmisión sexual muy frecuente. En la actualidad, se dispone de una vacuna que protege contra los tipos de VPH que causan con más frecuencia los cánceres de cuello uterino, vagina y vulva. Se recomienda administrar esta vacuna a niñas de 11 y 12 años de edad. (Nota: se puede comenzar a administrar la vacuna a las niñas de 9 años de edad.) Preferiblemente, las niñas deben recibir las tres dosis de la vacuna antes de su primer contacto sexual. También se puede administrar a niñas y mujeres entre los 13 y 26 años de edad que no hayan recibido ninguna dosis o que no hayan completado la serie a una edad más temprana. Si usted o alguien cercano a usted está en este grupo de edades, consulte con su médico sobre este tema. (La vacuna contra el VPH también se recomienda para los niños varones y los hombres jóvenes.)

La detección consiste en la realización de pruebas para determinar si existe una enfermedad antes de que presente síntomas. Las pruebas de detección de cáncer son eficaces cuando pueden detectar la enfermedad a tiempo. La detección temprana de una enfermedad puede llevar a un tratamiento más eficaz. (Las pruebas de diagnóstico se utilizan cuando la persona tiene síntomas. El propósito de las pruebas de diagnóstico es averiguar, o sea, diagnosticar la causa de los síntomas, y también pueden usarse para evaluar a las personas que se considera que tienen un alto riesgo de padecer cáncer.)

Existe una prueba de detección para uno de los cánceres ginecológicos, el cáncer de cuello uterino, que se llama prueba de Papanicolaou y que puede identificar este cáncer en su etapa inicial, cuando el tratamiento es más eficaz. La prueba de Papanicolaou también puede prevenir el cáncer de cuello uterino al identificar precánceres, los cambios en las células del cuello uterino que pueden convertirse en cáncer si no se tratan en forma adecuada. Además de la prueba de Papanicolaou, que es la prueba principal de detección del cáncer de cuello uterino, existe otra llamada prueba del VPH, que identifica la infección por el virus del papiloma humano. Se recomienda su uso junto con la de Papanicolaou para las pruebas de detección en mujeres de 30 años o más. También se usa para proporcionar más información cuando los resultados de la prueba del Papanicolaou son inciertos en las mujeres de 21 años o más. Obtenga más información sobre las pruebas del VPH y de Papanicolaou.

Debido a que no existe una manera sencilla y confiable para detectar cánceres ginecológicos a excepción del cáncer de cuello uterino, es especialmente importante reconocer los signos de advertencia e informarse sobre lo que usted puede hacer para reducir su riesgo. Converse con su médico si piensa que tiene un riesgo elevado de contraer cánceres ginecológicos. Pregunte qué puede hacer para bajar su riesgo y averigüe si hay pruebas que debería realizarse.

Fuente: GoviernoUSA.gov

 

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