La Familia de Broward Una herramienta útil para las necesidades de las familias hispanas
En el mundo de el entretenimiento audiovisual compiten una variedad enorme de plataformas streaming como: Netflix, Amazon video, Disney-Plus, Hulu, etc…por nombrar algunas. La manera de sumar usuarios a estas plataformas se basa en una premisa; producir historias de gran calidad visual, de contenido dramático, donde los personajes sean héroes vulnerables que siempre están al borde de la muerte. Entregan pequeñas dosis de la historia en largas temporadas y episodios cortos. Para nadie es un secreto, es la fórmula de Hollywood llevada a su máxima expresión.
Pero, en el universo cristiano de las producciones audiovisuales: canales de TV, cine, campañas para redes sociales, la radio o la puesta en escena de producciones teatrales, ésta fórmula parece no importar. Reina una fórmula diferente, nos comenta el productor y director Tony Nar. ¨Veamos la fórmula; lenguaje religioso, solo historias bíblicas, los sermones son un formato televisivo y hagamos el menor esfuerzo en la producción visual ¨. La producción audiovisual cristiana compite en muchos casos creando su propia fórmula de ahí los tristes resultados que nos encontramos hoy en día. Producciones menos atractivas o comerciales para las personas o las grandes plataformas de streaming.
En su visita a lafamiliadebroward.com/, Tony Nar que viene de su nombre de
nacimiento Antonio Nariño, nos compartió algo de su vida y experiencia en el mundo de la industria del entretenimiento cristiano.
Tony desde temprana de edad fue sumergido en el mundo visual, su madre que
trabajaba largas jornadas en un estudio fotográfico lo llevaba después de la escuela para cuidarlo allí. Así comenzó a estar rodeado de lentes, luces, el cuarto oscuro de fotografía y de personas que querían ser retratadas. Sus horas, días en ese lugar y el televisor que su madre compró influenciaron grandemente en su carrera como productor y director.
Terminando la secundaría pensando en el siguiente paso hacia su formación
académica, contrario a sus compañeros de escuela, él ya tenia claro el panorama, quería ser un director y productor de cine y televisión. Estudio producción audiovisual y publicidad en Bogotá Colombia lo cual lo llevó a trabajar con agencias de publicidad y otros medios. Tony dice que trabajar en esta industria es mágico, es como ir a los parques de atracciones en Orlando Florida, quieres ir una y otra ves.
A sus 29 años tuvo un encuentro sobrenatural y personal con Jesucristo que cambió su vida. Esto lo llevo a trabajar en importantes medios y producciones del mundo cristiano. Convirtiéndolo en uno de los más reconocidos productores y directores.
Desarrolló proyectos para el dos veces ganador del Grammy Latino Alex Campos con el álbum y DVD que lo hizo popular ¨Al Taller del Maestro¨. Fue consultor, director y productor para la creación del Canal de television REDTV en Bogotá Colombia, director del canal de televisión Salas de Esperanza en Caracas Venezuela. De nuevo en Bogotá Colombia escribe y produce uno de los mas grandes y exitosos musicales cristianos ¨Agradecidos¨. Sus films han recaudado mas de un millón de dólares para organizaciones sin ánimo de lucro. Y como conferencista ha sido invitado a varios congresos mundiales de comunicadores, nombrando algo de su trayectoria.
Para Tony la industria del entretenimiento audiovisual vive su mejor momento, no así la producción cristiana dice: ¨no hemos podido encender los cohetes que nos lleven a ser más vistos, más competitivos, más entretenidos. Los cristianos tenemos el mejor mensaje pero a la hora de entregarlo empleamos una fórmula equivocada. Es el tiempo de prepararnos mejor, eso significa invertir más en: escritores, creativos y la manera que se hacen las producciones. Debemos elevar su calidad para ser más visibles o desarrollar plataformas streaming. Elevar la calidad seguramente abrirá las puertas a plataformas populares ampliando el universo de personas, despertando la curiosidad y el interés de quienes no conocen el mensaje¨.
Tony y otros productores trabajan en dar ese salto, el salto que los lleve a tener
contenido entretenido-educativo-reflexivo en estas plataformas. Una tarea nada fácil pero que representa un gran reto en el mundo cristiano del entretenimiento del siglo 21.
