Facebook es valorado en USD104 mil millones, pero ¿cuáles son los pros y contras de invertir allí?

Peter Bo Kiaer *

De acuerdo a la prensa, el gigante de las redes sociales Facebook ha llegado a vender sus acciones a $38 (máximo), lo que le da a la empresa la cifra “astronómica” de 104 mil millones de dólares.  Con esto, la compañía ha logrado la valuación más grande que haya tenido alguna empresa estadounidense antes de ir al público en el mercado de valores.

Facebook también acumuló 16 mil millones de dólares, convirtiendo su IPO (Oferta Pública Inicial) la mayor de la historia de una compañía tecnológica.

Con las cartas sobre la mesa, este viernes será el primer día de cotización oficial para Facebook. Ha llegado el momento de dejar de hablar y empezar a actuar.

¿Qué ventajas tiene Facebook?

La poderosa red social creada por Mark Zuckerberg, CEO de la compañía, ha incrementado su número de usuarios a un ritmo frenético en los últimos años. Los informes más recientes establecen que para finales del primer trimestre de este año Facebook contaba con 901 millones usuarios. Esta cifra da pie a múltiples oportunidades de negocio e ingresos para la compañía. A través de su “motor”, Facebook es capaz de identificar con bastante precisión un perfil de sus usuarios, sus gustos, hábitos, etc. Ésta es información muy valiosa sobre todo tratándose de marketing en Internet debido a que suele ser un asunto delicado. La cuestión es: ¿Cómo documenta el propietario el efecto de cada dólar gastado si los usuarios pasan por la red bajo absoluto anonimato? Cuanto más clara quede la relación entre el vendedor y su audiencia, mayor valor tendrá la inversión realizada. Esto elevará los ingresos de Facebook a la vez que atraerá más anunciantes.

Los usuarios tardaron varios años en establecer sus conexiones y estas relaciones son todo un activo para ellos. Cambiar estas interrelaciones a otro sitio web representa una ardua tarea, por lo que los usuarios no abandonarán sus redes una vez configuradas. Los juegos de Facebook mantienen a los usuarios conectados, brindando un mayor valor para la compañía y generando más ingresos. Sólo basta con fijarse en la colaboración con Zynga, por citar un ejemplo.

El papel preponderante de Facebook manifiesta su capacidad para marcar el rumbo. Los usuarios y las empresas tienen poco margen para contradecir las decisiones que toma la compañía. Facebook tiene una posición predominante y cuenta con toda la fuerza negociadora. Un dato positivo a largo plazo para Facebook sería la consolidación gradual de su posición durante un largo tiempo como el líder natural de las comunidades sociales. Si logra dar un paso más allá y garantiza a los usuarios es probable que, con el tiempo, vayan aceptando pequeños pagos, luego, ingresos y por último, beneficios; pero habrá que tener paciencia.

Motivos para mantenerse al margen

A su valor nominal, las acciones de Facebook parecen una inversión atractiva, pero los últimos datos apuntan a un aumento del rango del IPO de 34-38 dólares, correspondientes a una valoración de 72,000-82,000 millones de dólares. A este nivel, ingresamos en la zona en la que los inversionistas no se ven compensados por el riesgo que asumen desde el inicio. Incluso, si Facebook tuviera una asombrosa evolución durante los próximos años, no se les garantizan a los inversionistas grandes beneficios en su inversión. Habrán pagado por anticipado en esta IPO o en los primeros días de cotización.

Las primeros pruebas que indicarán si la valoración podrá aguantar llegarán durante el año que viene, cuando el informe de beneficios se convierta en una prueba de fuego. Cuanto más esperen los inversionistas obtener beneficios rápidos, mayor margen de decepción habrá.

En realidad, las redes sociales y ese tipo de negocio son estructuras complicadas. Existen normas no escritas sobre cómo actuar, tanto entre usuarios como entre la red social y el usuario. En esta última relación, cuesta dinero desarrollar y alojar un sitio, por lo que es necesario contar con un flujo de ingresos. Sin embargo, a los usuarios no les gusta sentirse como el objetivo de la caza de ingresos. Cuanto más beneficios obtenga un sitio web “molestando” a sus usuarios, más probable será que migren a otro. ¿En qué momento se cruza esta línea invisible?

En el caso de Facebook, sería catastrófico que otros sitios de pronto se conviertan en la red de moda, llevando a millones de usuarios a cambiar de sitio. A lo largo del tiempo, esto podría crear un “tsunami” que podría tambalear el modelo de negocio de Facebook. Si bien los usuarios pueden permitirse esa falta de constancia; los inversionistas, no. Basta con echar un vistazo a MySpace, la red social que en su momento se situaba a la cabeza, perdió su estatus a favor de Facebook. Era demasiado agresiva en determinadas áreas y adoptó actitudes que la comunidad no estaba preparada para asumir. Por grande que sea Facebook, esto podría volver a ocurrir.

Por lo tanto, las perspectivas de negocio de las redes sociales podrían ser menos satisfactorias, dado que Mark Zuckerberg tendrá que desarrollar su web 2.0 con un mayor margen de seguridad para asegurarse de que no le quiten usuarios. Uno o dos pasos en falso podrían cambiar todo el futuro de Facebook, algo que podría ocurrir en un tiempo relativamente corto. Si las oportunidades de negocio resultan ser menores de lo que muchos creen, Facebook tardará en convertirse en una buena oportunidad de inversión.

Estrategia de inversión

Los diferentes puntos de vista sobre cuándo invertir y a qué precio dependen principalmente de cómo se toman las decisiones de inversión respecto de otras acciones. Por ejemplo, si los inversionistas tienen un estilo de crecimiento o de valor. Si Mark Zuckerberg elige el precio máximo de 38 dólares, que se corresponde a una valoración de 82,000 millones de dólares, no sorprendería que el valor de mercado supere los 100,000 millones de dólares el primer día de negociación, que equivaldría a un precio por acción de apenas 47 dólares. Todo ello supondría un PER de hasta 100 veces, que es probablemente el máximo al que la acción pueda aspirar en la época actual, antes de que el precio ingrese a un mundo ideal, aunque nunca se sabe.

Una buena parte de los nuevos inversionistas no ha aterrizado con intención de quedarse a largo plazo. Por lo tanto, vamos a observar cómo toda una tanda de nuevos inversionistas se coloca en niveles por encima del elevado precio del IPO. Es probable que estos inversionistas no cumplan con el horizonte temporal que Zuckerberg tiene en la cabeza. En primer lugar, hay que tomar en cuenta que Facebook no necesita salir a la bolsa. Tiene dinero y gana dinero. La normativa de la Comisión de Bolsa y Valores de los EE.UU. obliga a la compañía a cotizar en el mercado. Así pues, en adelante, el inversionista no debería esperar un CEO con ganas de agradar a sus inversionistas ya que probablemente Mark Zuckerberg estaría más a gusto sin ellos. Dispone de todo el tiempo (y dinero) del mundo para lograr que Facebook crezca de la manera que considere óptima.

Todo ello supone que durante los primeros años, es posible que los beneficios de Facebook continúen en la senda que esperan los inversionistas, dado que la agenda de Zuckerberg nada tiene que ver con la del inversionista medio de la compañía. La consecuencia: los inversionistas se enfrentan a un mayor riesgo a corto plazo puesto que la valoración del PER de hasta 100 veces apenas deja margen para la decepción o el error y los inversionistas serán quienes terminen pagando.

Por lo tanto, lo mejor sería esperar a que la valoración del PER vuelva al nivel de 50-60 veces y cuando estemos seguros de esto, invertir. No obstante, la estrategia exigiría un horizonte de tiempo muy largo, a 5-10 años. En otras palabras, guardar la acción en el fondo del armario y esperar a que la inversión compense.

* Estratega, Saxo Bank Más artículos del autor

 

 

 

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