Pregunta:
Andrés,
Vivo en EEUU con mi esposo, pero tenía mis muebles casi nuevos que dejé en México y mi cuñado dijo que si se los vendíamos. Eso fue hace un año y nunca nos pagó. El problema es que cada que toco el tema nos peleamos. Quiero que mi marido lo resuelva, pero ya estoy harta de esperar y siempre hago muchos corajes y no tengo paz. ¿Qué consejo me das?
Erika – Phoenix, AZ
Respuesta:
Hola Erika,
Qué difícil por lo que están pasando, pero te tengo buenas noticias. Podemos hacer que este problema desaparezca bien rápido; así como David Copperfield desapareció la Estatua de la Libertad. ¿Lista para saber cuál es el truco? Tan, ta ta tan: Deja de hablar del tema. Dices que quieres que tu marido resuelva esto, pero realmente a quien le urge resolver esto es a ti. Es obvio que para tu esposo no es tan urgente como para ti.
Ustedes cometieron un error al llegar a ese acuerdo con tu cuñado. Básicamente le hicieron un préstamo y, ahora, el irresponsable no quiere pagar por la razón que sea. Es muy probable que ya ni le gusten los muebles y que piense que si va a gastar dinero, mejor compra muebles nuevos. El error fue darle los muebles al sin-sin: sin anticipo y sin acuerdo de pago. Conversa con tu marido y dile que ya no quieres discutir por esto y que ya no le vas a decir nada. Dile que reconoces dónde estuvo el error. Tu marido puede decirle que como no les pagó, los pusieron en venta y, próximamente, alguien va a ir a recoger los muebles. Los ponen en el internet y los venden lo más rápido posible. Los muebles ya usados no valen mucho así que pónganlos bien baratos para venderlos bien rápido.
Una vez más, deja de hablar de esto. No vale la pena apostar tu felicidad a cambio de unos muebles. Sí, yo sé que te gustaban y que les costó comprarlos, pero tienen que perdonar la deuda. Realmente, tu marido nunca fue lo suficientemente claro en cuanto a los términos de la venta. Sin mencionar que tienes un cuñado que hace gala de su irresponsabilidad y no ha cumplido con su parte, me imagino que ni siquiera ha preguntado cuánto debe. Dile a tu marido que te duele la actitud de tu cuñado porque tú lo ves trabajar duro y los sacrificios que hace para ganarse el dinero y no es justo que tu cuñado se aproveche de su buen corazón. Dile que ya no quieres pelear, así que ya no le vas a tocar el tema. Si no deciden venderlos, entonces tienen que perdonar la deuda para que ustedes puedan ser libres del rencor y la amargura.
Te apuesto que cuando ustedes se casaron eran como dos pajaritos enamorados. Pero este problema se ha convertido en una jaula que les priva de la libertad de amarse, vivir en armonía y seguir adelante. Ten cuidado, si no perdonan, la puerta de la jaula se cierra con candado y el amor va muriendo. Tú no quieres entregarle tu felicidad (además de los muebles) a tu cuñado. El rencor y la amargura son el candado que cierra la puerta de la jaula. Salgan volando de allí antes que sea tarde. No entregues tu felicidad y la de tu familia a cambio de un par de sillas y sillones. Es hora de ser libres y volar como dos gorrioncillos enamorados.
Andrés