Flor de Karonka, inspiración y creatividad hecha a mano

Este medio conversó con Jennifer Ramos, diseñadora de una colección exquisita de bisutería y carteras

A veces la maternidad trae consigo no solo la alegría mayor de una mujer, sino nuevos horizontes y el caso de Jennifer Ramos es uno de esos. Como la flor que Karonka, que crece en un lugar de la Guajira, en Colombia, esta profesional de las finanzas y madre, se reencontró con su pasión de crear piezas únicas.

“Le puse Flor de Karonka, porque para mí este emprendimiento ha sido como crecer una flor en el desierto (Flor de Karonka: Flor del desierto)”, afirma Ramos.

 La Familia de Broward conversó con la empresaria sobre “Flor de Karonka”, el negocio que le permite dar rienda suelta a su creatividad.

-La Familia de Broward: ¿Cómo nace Flor de Karonka?

-Jennifer Ramos: Flor de Karonka empezó cuando estuve en licencia de maternidad. Hace cuatro años nació mi hijo, yo había tomado varios cursos en diferentes aspectos de la moda y me había decidido a hacer una línea de carteras en cuero para mujeres. Al quedar embarazada y estar unos meses en casa con mi hijo, empecé a utilizar el cuero para crear joyería. Siempre ha sido importante para mí resaltar el país que me vio crecer, Colombia, y cuando escogí el nombre, busqué una palabra que lo representara pero que no fuera conocida. Karonka es un lugar en la guajira; escogí ese nombre pues me pareció muy único y tenía que ver con la cultura Wayuu que queda en esa región del país.

-LFB: ¿Podrías contarnos más de ti?

-JR: Nací en Nueva york, me quedé ahí hasta que tenía más o menos cinco años. Luego mi madre regresó a Colombia y viví siete años en Bogotá y seis años en Cali. Siempre supe que volvería a Estados Unidos, pero lo hice una vez me gradué del colegio. El arte, la música y la moda siempre fueron parte de mí, estudié y practiqué ballet hasta los 11 años, pinto, tocaba piano (la verdad lo olvidé por falta de práctica), y pues la verdad cuando decidí estudiar finanzas, a mi mamá casi le da un ataque. Ella siempre pensó que yo elegiría algo relacionado al arte. Vengo de una familia de matriarcas, mi madre se separó de mi papá cuando era una bebé y mi bisabuela era como el ser supremo en mi casa. Al ver lo laborioso que fue para mi madre ser una emprendedora, creo que opté por una carrera que me diera una estabilidad económica y por eso me fui por finanzas y negocios internacionales. He trabajado para esa industria más de 12 años y aunque le agradezco mucho, hoy puedo decir con total confianza que no es mi pasión. Lo mío sigue siendo el arte y me alegro mucho de que decidí dejarlo fluir nuevamente en mi vida vía mis accesorios y joyería. 

–LFB: ¿En qué te inspiras?

-JR: Creo que el color, las texturas del cuero que compro, recuerdos de mi infancia, íbamos mucho a la finca y me encanta estar en la naturaleza. Colombia tiene una fauna y flora abundante y creo que muchos de mis diseños vienen de ahí. 

-LFB: ¿Es difícil balancear la vida profesional y personal?

-JR: Bueno yo soy creyente de que uno saca tiempo para lo que le gusta hacer. Yo trabajo full time, cuido de mi familia y hago este emprendimiento por la noche. Cuando mi hijo se acuesta a dormir, es que tengo realmente tiempo de sentarme a cortar, coser y dibujar ideas. Creo que me canso más durante el día haciendo otras cosas, que cuando me siento a hacer mi arte. Tiene un aspecto terapéutico y me relaja muchísimo. Se me pasan las horas y no me canso rápido. Creo que es esto lo que me da la certeza de que lo que hago es con amor. Yo hago todo, desde tomar fotos hasta crear un “line sheet”. Mi madre se unió recientemente a mi negocio, y ella me ayuda con el tema de las carteras que estamos sacando pues estudió decoración de interiores y aunque su gusto es muy distinto al mío, cuando me siento atascada con un diseño ella me ayuda. Por otro lado, mi esposo quien me promueve por todo lado, siempre me apoya con estar presente en nuestra casa para yo sacar el tiempo de asistir a eventos y ferias.

-LFB: ¿Hay alguien en quien te inspiraste para iniciar este negocio?

-JR: Mi hijo, 100%. Creo que al verlo supe que, si quería ensenarle que siguiera sus sueños, yo debía hacerlo primero. Uno no hace lo que los padres le dicen, pero lo que les ve hacer. 

-LFB: Finalmente, ¿hacia a dónde quieres llegar con Flor de Karonka?

-JR: Quiero que Flor de Karonka sea un nombre que la gente escoja cuando desee tener o dar un regalo muy especial. Que la gente vea el amor, la dedicación y la atención al detalle de cada una de mis piezas y que les traiga alegría cada vez que las usen. 

Si desea adquirir las creaciones de Jennifer Ramos, puede acudir a la siguiente feria o puede escribirle a: flordekaronka@gmail.com