De acuerdo a una encuesta conducida por la Asociación de Educadores de Florida (FEA), padres de familia están mayormente de acuerdo con adoptar medidas de desinfección y programas de salud mental.
Usar mascarillas, ir solo dos días a la semana, o ir en diferentes horarios, reducir el tamaño de los alumnos por clase, todo esto y mucho más es lo que está en juego al regresar a clases este próximo año lectivo en el estado de Florida.En una encuesta realizada por la F.E.A. un 76 por ciento de padres de familia están de acuerdo en el uso de mascarillas, termómetros y desinfectante de manos en las aulas, y un 75% cree que se debe cerrar la escuela si alguien ha sido diagnosticado con COVID19. Un 64% cree que se debe invertir en programas de salud mental.
En el caso del condado Broward, el distrito escolar realizó una encuesta entre 56. 598 padres de familia (71%), profesores y empleados (18%) y estudiantes (11%) donde un 36% dijeron que preferían la apertura completa presencial, un 33% favorecía un modelo híbrido y un 24% continuar en línea.
El superintendente escolar, Robert Runcie dijo a la prensa que quisiera que al menos el 50% de la enseñanza sea presencial al anunciar el inicio del año escolar el 19 de agosto de 2020.
“Pienso que es necesario retomar la escuela a tiempo completo”, dice Johana Arocha, madre venezolana de una niña de siete años y residente en Pembroke Pines.
“¡No educación virtual por favor!” Concuerda Angela Filippides, una madre residente en Coral Springs. “¿Cómo vamos a poder trabajar las madres solteras?”, se pregunta.
Así como ellas, muchos padres desean el reintegro total a clases presenciales. “Para que los niños aprendan, tienen que ir a la escuela y compartir con los otros niños”, concuerda Evelyn Herrera, madre ecuatoriana de un niño de 13 años que va a octavo grado.
“Pienso que debemos pensar realmente en el impacto emocional del COVID19 en los niños y tener disponibles servicios terapéuticos para ellos”, expresa Karen Taveras, madre de dos niños. “Además si hacemos el aprendizaje híbrido, asegurarse de proveer almuerzos gratis para aquellos niños que lo necesitan”, acotó.
Mientras otras como Jennifer Levi, que tiene una niña que va a kindergarten, expresaron su preocupación de tener una educación virtual. “La educación virtual no es apropiada para los niños pequeños”, dijo. “Ellos no tienen la habilidad ni la concentración o motivación de sentarse al frente de una computadora y que se requiere para aprender”.
En eso concuerda Fedrick C. Ingram, presidente de F.E.A. (Asociación de Educadores de Florida) quien en esta entrevista con la Familia de Broward expresó que los 150.000 profesores que representa su organización están ansiosos de volver a las aulas a enseñar.
“Enseñar virtualmente no es fácil”, manifiesta Ingram, y admite que ha sido difícil sobre todo para los más pequeños. “Porque mientras más jóvenes, se necesita mayor interacción física. Estamos tratando de enseñarles letras, números o lo que es frío o caliente y se necesita experimentar una emoción y eso no va tan bien en una clase virtual”, asevera.
En esta conversación el funcionario toca todos estos temas, además de los desafíos de la población estudiantil hispana.
–La Familia de Broward: ¿Cómo será el regreso a la escuela?
Fedrick Ingram: Es muy temprano para saber, pero hay diferentes modelos que estamos viendo a lo largo del estado y creo que todos como Broward y Miami-Dade quieren asegurarse tener las mejores clases académicamente hablando y hacerlo con seguridad. Pero este virus es el que nos va a dictar cuándo regresar a las escuelas y cuán seguro es.
Estamos viendo las guías para hacerlo con medidas tales como: tener estaciones de lavado de manos en todas las escuelas, tendrán los profesores y/o estudiantes que usar mascarilla y por cuánto tiempo, y lo más importante, cómo se va a observar el distanciamiento social. Eso significa sacar pupitres o escritorios o implementar clases más pequeñas. Tal vez algunos estudiantes tendrán que venir a ciertas horas y otros en diferente horario; no sabemos aún todo esto y tenemos un mes para tomar estas decisiones pues el virus está todavía muy presente en el estado de Florida.
-LFB: Tenemos entendido que depende de cada condado…
-FI: Absolutamente. El gobernador dio guías…lo que el dijo es cada condado debe decidir cuándo reanudar las clases. Tanto el gobernador como el comisionado de educación, Richard Corcoran están absolutamente presionando para que se abra el primer día de escuela. Nosotros estamos siendo cautos y queremos que los superintendentes de cada distrito escolar sean cuidadosos y continúen monitoreando las estadísticas y pues aún no tenemos las respuestas. Es decir, si un estudiante es asintomático, cómo sabemos si este estudiante no va a transmitir el virus a una abuela, que tiene más de 65 años o a un padre o madre que tienen condiciones médicas o un hermano que tenga asma o problemas bronquiales. Son cosas que tenemos que saber para asegurarles a los padres un regreso seguro.
-LFB: ¿Van a hacerle test de COVID19 a los estudiantes?
-FI: Creo que no tenemos los suficientes test para hacerlos todos los días a los estudiantes. ¿Pero también cómo lo haces con estudiantes en programas deportivos? Aquellos que tienen contacto físico con otros estudiantes en deportes como fútbol americano, fútbol, voleibol, etcétera. También si tenemos que hacerlos con visitantes, periodistas como usted, o cómo lidiamos con las asambleas, conciertos, todas estas circunstancias no tienen respuestas. Para abrir las escuelas, tenemos que tener las respuestas a estas preguntas.
-LFB: ¿Podría comentar sobre la seguridad de los más pequeños, ya que ha habido casos?
-FI: Queremos proteger a todos los niños en nuestras escuelas. Desde los más pequeños, tenemos desde cuatro años en prekínder, hasta 22 años, en casos de chicos especiales. Pero debemos asegurarnos que cada estudiante en nuestras escuelas públicas esté seguro y regrese a salvo a sus casas cada día. Hasta que podamos hacer eso, hay que ser cuidadosos. Estamos optimistas y escuche, los profesores quieren regresar a enseñar, ellos están emocionados de desempeñar su trabajo, aman a los niños, les enseñan cada día y dan la vida por su profesión, ellos anticipan el primer día de escuela, pero este primer día va a ser completamente diferente pues todos quieren saber cómo hacerlo de una forma segura en lo que es el “nuevo normal”.
– LFB: ¿Están observando otros modelos en otros países?
-FI: Ciertamente. Estamos viendo modelos no solo en Florida y el país, sino en otros países del mundo y hemos estudiando y sometido los planes al gobernador y al comisionado de educación. Además, estamos afiliados a dos asociaciones nacional, la Asociación Nacional de Educación y la Federación Nacional de Educadores, las cuales nos han dado las mejores prácticas, guías para abrir las escuelas. Allí se habla desde el financiamiento, hasta del uso de equipos protectores (PPP, en inglés) que necesitan los profesores, y hemos elaborado nuestro propio plan de reapertura de 26 páginas, con opiniones de padres, estudiantes, personal administrativo y educadores.
–LFB: ¿Cómo fue la experiencia de los profesores de enseñar virtualmente durante la cuarentena?
-FI: Muy dura. Enseñar virtualmente no es fácil. Ver a tus estudiantes a través de una pantalla, no es lo mismo que estar en un salón de clases donde desarrollas relaciones y confianza donde puedes hacerlo uno a uno. Es muy difícil construir esto de forma virtual, especialmente con los más pequeños, pues mientras más jóvenes, se necesita mayor interacción física. Estamos tratando de enseñarles letras, números o lo que es frío o caliente y se necesita experimentar una emoción y eso no va tan bien en una clase virtual.
Lo otro es que no todos los estudiantes tienen computadora o los padres no tienen internet porque vienen de zonas pobres donde viven negros y latinos. Tal vez el padre fue despedido, gana poco o separado temporalmente del trabajo y no tienen los medios económicos para pagar internet. Esto ha pasado. Entonces el aprendizaje se detiene y no podemos darnos el lujo de que nuestros estudiantes que vienen de áreas de bajos ingresos económicos no tengan las oportunidades educativas que merecen.
-LFB: Entonces ¿Hubo una baja académica debido al COVID19? ¿Cómo superarla?
-FI: Creo que nuestro departamento de educación no debe administrar los exámenes estatales este año, sino dar tiempo a nuestros profesores para enseñar. Lo que necesitamos es más tiempo antes de tomar estos test para evaluar dónde están los estudiantes. Va a haber una baja académica. Los alumnos han pasado cinco y en algunos casos, hasta seis meses fuera de un aula de clase. Cuando regresen, nos va a tocar saber dónde están y prepararlos a cada uno para que no se queden atrás y puedan finalizar la carrera. Si empezamos a enfocarnos en enseñarles para los test estatales e implementando estrategias que no tienen nada que ver con desarrollar de nuevo una relación con ellos nuevamente, no les estamos haciendo un favor. Hay que ir despacio, darles tiempo a los profesores de enseñar, a los estudiantes de aclimatarse a la escuela y a los padres de ajustarse a la carga de trabajo.
-LFB: Como los negocios, que les tocó empezar de nuevo…
-FI: Exactamente. Si ves este sector, comenzaron abriendo un 25%, luego un 50% y después el resto. No tiene sentido regresar a la escuela e ir directamente a los test. Hay que darles tiempo a los estudiantes de reajustarse a la escuela, renovar sus relaciones. Algunos no han visto a sus amigos por seis meses. Debemos tener más consejeros, más especialistas en salud mental, siquiatras y dar a los profesores el tiempo de tener esas conversaciones preciosas que suceden en el aula. Los chicos han estado en sus computadoras por mucho tiempo y es parte de enseñar.
-LFB: Podría hablarnos de ¿cómo les fue a los estudiantes hispanos en este tiempo?
-IF: Necesitamos ponerle atención a esta población porque muchos de ellos son estudiantes de inglés como segundo idioma (ESL, en inglés). Algunas veces esto crea una barrera cuando no se tiene profesores que no tienen el español como primer idioma. Tenemos que atender su cultura, barreras, lenguaje y costumbres y asegurarnos que lo que podamos traducir al español, sobre todo para sus padres. Parte del éxito escolar de un niño está dado por el involucramiento de sus padres en su educación. Le urjo a nuestros distritos escolares que se aseguren de hacer todo en inglés y español tanto en los exámenes, documentos, como en las reuniones. Vayamos a estas comunidades para que los padres hispanos se sientan bienvenidos, vengan a las escuelas y se sientan parte de ellas.
Mientras más seamos sensibles a estos estudiantes, será mejor para todos. Nuestros profesores hispanos juegan una posición preponderante aquí para ellos. Porque cuando ellos ven que sus maestros son exitosos, esto les va a ayudar a saber que ellos también pueden ser y hacer algo o llegar a la universidad, obtener buenos trabajos, o ir al ejército. Al final, eso es lo que queremos para todos los estudiantes.
-LFB: ¿Quisiera dejar a los padres con algún mensaje?
-IF: Nuestras escuelas aún son lugares de esperanza. Si quieren que sus hijos tengan mejores oportunidades, envíenlos a las escuelas públicas. Vamos a hacerlo bien, no podemos fallar, cada niño es valioso sean hispanos, afroamericanos, indios nativos, no importa de dónde sean ni qué idioma hablan, los tomamos y moldeamos en lo mejor que puedan ser. Queremos que sepan que los estudiantes nos importan y que no podemos esperar a tenerlos de nuevo en las clases.