Las palmas de la Victoria

En Juan 12:12 se narra cómo mucha gente había ido a celebrar la Pascua y al escuchar que Jesús había venido a la fiesta fueron a recibirlo, clamaban ¡Hosanna! (que significa sálvanos). Aclamar con ramas de Palmera, es un acto simbólico para celebrar la VICTORIA SOBRE LOS ENEMIGOS o la bienvenida de un REY.  Eran un símbolo nacional judío.

Esa fue la entrada como lo es cuando nos hablan de Jesús por primera vez. Lo acogemos con alegría, nos entusiasmamos y pensamos tal vez que es la entrada a un paraíso o un supermercado donde lo tenemos todo. Tal vez no pensamos que la entrada del REY a nuestro corazón es solo el comienzo de una relación.

Los judíos esperaban a un Salvador que los libre de la opresión de Roma, un general político, como muchos pueblos hoy en día piensan que un hombre es quien podrá salvarlos. Cada cual quiere un “salvador” a su manera. Sin embargo, al pasar de los días, esas mismas personas que lo aclamaron y se postraron con sus palmas para que pase, estaban gritando que lo crucifiquen. Cuando se dieron cuenta que no era el que iba a quitar a Roma de encima, que era un humilde carpintero que vino a decirles que perdonen a sus enemigos, que no venía a librarnos de un sistema físico, sino que vino a morir, a dar su vida para darle la estocada final al reino de las tinieblas, que, con su muerte y pecado, había tomado a la humanidad desde el huerto del Edén,

Ya no les sirvió.

Desde ese día glorioso, hasta el día de la crucifixión, ¿qué cambió en los corazones? Cuando aceptamos al Señor, hasta el día de la prueba y la tentación, ¿qué cambió? ¿Qué hizo que dejemos de creer y obedecer?

¡¡Jesús vino para vencer!!   ¡¡Y VENCIÓ!!

Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.”  1 Juan 3:8

“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 6:23

Hoy el Señor te dice: “Yo triunfé sobre la muerte y si me haces tu REY, también los haré triunfar sobre tus pecados y luchas”

Créanme que, sin tener una relación estrecha con el REY, es imposible la victoria y vivir triunfantes en este reino.

Cuando tomamos la palma para celebrarlo, no la dejemos caer cuando venga el momento del sacrificio. Cuando nos pide morir a nosotros mismos para buscarlo a Él en soledad y escucharlo, cuando nos pide orar y congregarnos, cuando nos pide que nos arrepintamos y pidamos perdón a quienes hemos herido, u ofendido. Cuando nos pide que tengamos paciencia y diligencia. Cuando nos pide que dejemos nuestra agenda para tomar la agenda de Él.

Creo que esto es lo más importante para recibir al REY:

INTIMIDAD (Relación de amistad, por medio del arrepentimiento y hacerlo nuestro Señor y Salvador Romanos 10:9)

ALABANZA (Salmo 113)

OBEDIENCIA (Juan 14:23-27)

FE (Hebreos 11:6)

VALOR (1 Josué 1:7)

Vs

EGOISMO

ORGULLO

INCREDULIDAD

COBARDIA

Del tiempo en que permanezcamos con El, saldrá gozo, paz, instrucciones y todo lo que necesitamos. De allí saldrá un amor renovado y la fuerza para obedecer. Para esto necesitamos tener valor y persistir.

Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.” Santiago 4:7

Cuando vine a Cristo seguía luchando con algo que traía conmigo en mi interior. Cada domingo persistía pidiéndole perdón, persistí y persistí hasta que fui libre por la gracia de Dios. Si no examinamos nuestro corazón a diario con El, no vamos a poder saber contra qué luchamos. Haz un recuento de tu día y mira cuánto tiempo separas para estar en intimidad con Jesucristo. Como lo he dicho muchas veces, El Dios todopoderoso está llamándonos. Cuánto amor hay allí. Él está esperando pacientemente para darte su amor, su paz, su gozo, guía, dirección, limpiarte y fuerzas para obedecer. Más cerca, más victoria.! ¡¡No tenemos que esperar a estar secos y desesperados!! Vamos a la fuente. No dejes caer tu palma.

Por Adriana Carrera

About Comunicados

Comunicados

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*