Navegando la vuelta a la escuela: Fomentando la salud mental para alumnos, padres y profesores

Con la época de escuela nuevamente a la vuelta de la esquina, estudiantes, padres y educadores se preparan con ilusión, pero esa ilusión viene acompañada de ansiedad, depresión y trastornos del sueño. Es importante reconocer y tratar los problemas de salud mental que suelen acompañar a esta época de transición en la que nos preparamos para un nuevo curso académico. Como un líder educativo, estoy comprometido a crear conciencia sobre la salud mental. Me baso en mis propias experiencias cuando hablo del valor de dar a los estudiantes, padres y educadores los recursos que necesitan para hacer frente a las dificultades emocionales que se desarrollan en los entornos académicos. Podemos proteger nuestro bienestar durante este período adoptando prácticas basadas en evidencias y fortaleciendo nuestra resiliencia.

Cómo afrontar los retos emocionales que acompañan la vuelta al colegio

 Volver a la escuela después de un descanso puede evocar una serie de emociones en los estudiantes, incluyendo excitación, nerviosismo e incluso la aprensión. Muchos de estos sentimientos son temporales y perfectamente saludables, pero algunos estudiantes pueden enfrentarse a retos emocionales y psicológicos más profundos durante esta transición, como ansiedad, depresión y trastornos del sueño. Como padres, educadores y miembros de la comunidad, es fundamental comprender estos obstáculos emocionales, ya que nos ayudan a identificar las señales de advertencia y a intervenir antes de que se agraven.

La empatía, la concienciación y el apoyo pueden contribuir en gran medida a crear un entorno que fomente el bienestar de los alumnos. Las estrategias basadas en evidencias probadas pueden ser especialmente eficaces para ayudar a los estudiantes a manejar los factores estresantes y hacer frente a las presiones académicas. Algunos ejemplos incluyen el ejercicio regular, las prácticas de meditación, el establecimiento de un sistema de apoyo y el mantenimiento de una dieta sana. Al enseñarle los estudiantes estas herramientas de valor incalculable, podemos ayudarles a encontrar un equilibrio saludable entre las responsabilidades académicas y su bienestar mental, garantizando una transición más fácil de vuelta a la escuela.

 

Cómo identificar las señales de alarma y buscar ayuda

El mundo académico puede ser exigente, y es perfectamente normal que los estudiantes encuentren algunos niveles de estrés y ansiedad. Aún así, los padres y educadores deben estar muy atentos a la salud mental de los estudiantes para poder reconocer las señales de alarma de una inquietud emocional profunda.

A continuación, se presentan algunas señales de advertencia comunes que pueden indicar que su alumno o hijo/a tiene dificultades:

  • Bajo rendimiento o dificultades para concentrarse en la escuela a pesar de un esfuerzo significativo.
  • Preocupación o ansiedad persistente que le impiden participar en actividades propias de su edad, asistir a clase o dormir bien.
  • Molestias físicas frecuentes, cambios de humor o cambios notables en los hábitos de sueño y alimentación.
  • Estado de ánimo negativo prolongado, a menudo acompañado de falta de apetito o pensamientos de muerte.
  • Consumo repetido de alcohol y/o drogas

Los padres y los educadores pueden colaborar en la comunicación abierta sobre los problemas de salud mental para manejar con prontitud cualquier señal de alarma y facilitar el apoyo adecuado a los alumnos que lo necesiten. Los padres pueden averiguar qué servicios se ofrecen en la escuela, como psicólogos o consejeros. Los padres también deben hablar con sus hijos o adolescentes antes de solicitar ayuda para fomentar su confianza. Hay varios recursos disponibles en Internet y fuera de la escuela, como pediatras y profesionales de la salud mental. El apoyo de los miembros de la comunidad puede ayudar a garantizar que los estudiantes reciban la ayuda necesaria.

 La importancia de fomentar la resiliencia y las habilidades de afrontamiento

La resiliencia es un atributo fundamental que ayuda a los estudiantes a afrontar los retos de la educación y la vida. Les capacita para soportar problemas, adaptarse a los cambios y salir fortalecidos de las dificultades, contribuyendo a su crecimiento y desarrollo personal.

Los padres y educadores pueden ayudar a sus hijos a cultivar este rasgo de forma sencilla: 

  • Ayudarles a establecer relaciones saludables con sus compañeros y con los miembros de la comunidad.
  • Mantener una rutina diaria que deje espacio para la relajación y el cuidado propio.
  • Practicar una visión positiva de sí mismos y una perspectiva de esperanza.
  • Deje espacio para el auto-descubrimiento, promueva la inclusión y elogie cualquier progreso.
  • Utilice programas escolares que fomenten el aprendizaje emocional
  • Ayudarlos a asistir a la terapia en clínicas comunitarias locales como la clínica Albizu.

 Al incorporar estas prácticas en las rutinas diarias, podemos inculcar resiliencia en nuestros estudiantes y niños y cultivar su inteligencia socio-emocional, equipándolos para prosperar en sus estudios. Reconocer cuando es necesario buscar ayuda profesional es un aspecto crucial para fomentar la resiliencia entre los alumnos, y los padres desempeñan un papel fundamental a la hora de guiar a sus hijos en las dificultades y prepararlos para los retos del mundo real. Como padres, educadores y defensores, nuestra responsabilidad colectiva es capacitar a la próxima generación para alcanzar el éxito.

Como fomentar entornos de aprendizaje favorables

Los centros educativos también desempeñan un papel fundamental en el fomento de entornos de aprendizaje favorables. Los educadores, administradores y consejeros influyen positivamente en la vida de los estudiantes, ofreciéndoles la tutoría y orientación que tanto necesitan. En la Universidad Albizu, por ejemplo, estamos orgullosos de dar prioridad a la salud mental de los estudiantes y de garantizar que nuestro plan de estudios incorpore formación práctica para mejorar el rendimiento académico e inspirar confianza en nuestros alumnos.

Los educadores pueden adoptar estrategias de salud mental para integrar el apoyo en su plan de estudios y en el aula utilizando los recursos del campus o colaborando con los programas estatales, de distrito y escolares existentes. Teniendo en cuenta que a menudo están en primera línea para responder a las preocupaciones y los comportamientos de los alumnos, los educadores también deben emplear técnicas de cuidado propio y estrategias basadas en evidencias para mantener su bienestar. Para apoyar mejor a los estudiantes, pueden participar en cursos de concienciación sobre salud mental, fomentar la competencia social y emocional y remitir a los estudiantes a programas de apoyo basados en la escuela.

Mientras nos preparamos nuevamente a la vuelta al colegio, debemos afrontar este periodo de transición con empatía, comprensión y un fuerte enfoque en el bienestar mental. Si abordamos de forma proactiva los retos emocionales a los que pueden enfrentarse estudiantes, padres y educadores, podemos crear un entorno académico acogedor. Como ferviente defensor de la salud mental, creo firmemente que adoptar un enfoque holístico del bienestar mental nos beneficiará a todos. Empecemos este nuevo curso académico con el compromiso compartido de dar prioridad a la salud mental y atender con compasión a los estudiantes, padres y educadores donde sea que se encuentren.

Acerca del Dr. Nelson E. Soto

El Dr. Nelson E. Soto es el presidente de la Universidad Albizu. El Dr. Soto es un líder visionario apasionado por la excelencia académica y comprometido a fomentar una comunidad de aprendizaje inclusiva y vibrante. Como máximo responsable de la universidad, el presidente Soto aporta una gran experiencia y un historial probado de liderazgo transformador en la educación superior.

Por: Dr. Nelson E. Soto, Presidente de la Universidad Albizu

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