Si decidiste incorporar el ejercicio a tu vida, ¡felicidades, diste el primer gran paso para vivir aún mejor! Ahora solo es cuestión de seguir correctamente una rutina de ejercicio. Ya sea que elijas salir a caminar, a trotar o bailar, incorpora a tu rutina un calentamiento antes del ejercicio y un enfriamiento al final para ayudarle a tu cuerpo a adaptarse bien a la actividad física. Esta guía te explica cómo lograrlo.*
A calentar
No importa si haces ejercicio a diario o tres veces por semana, al comenzar tu rutina:
- Estira los músculos de los brazos y las piernas para evitar una lesión muscular.
- Comienza la actividad física a una intensidad baja por 5 o 10 minutos. Por ejemplo, si elijes caminar, hazlo despacio primero. Si corres, comienza con un trotecito suave.
A ejercitar
Haz ejercicio al menos durante 20 minutos siguiendo estos puntos:
- Realiza la actividad física con intervalos. Por ejemplo, camina rápido durante 5 minutos y reduce la marcha durante dos minutos. Repite esto unas 4 veces.
- Cada semana, aumenta el tiempo de ejercicio por un minuto, hasta que puedas ejercitar sin agitarte durante 30 minutos seguidos.
A enfriar
No termines el ejercicio abruptamente, tómate un tiempo para bajar el ritmo cardíaco poco a poco y estirar los músculos con estos pasos:
- Reduce la intensidad del ejercicio durante unos 10 minutos. Los latidos de tu corazón y tu respiración deben ponerse más lentos. La clave es estar en movimiento hasta que dejes de transpirar y tu piel se sienta fría.
- Bebe agua, tu cuerpo necesita rehidratarse.
- Vuelve a estirar los músculos de los brazos y las piernas. Mantén cada estiramiento por unos 15 segundos, para que los músculos se relajen.
Fuente: Contenido Latino/Vive Mejor