Francia espera elegir al “salvador”

En medio de un ambiente de zozobra marcado por una economía fuertemente resentida, este domingo los franceses irán a las urnas a decidir, en primera vuelta, quienes serán los dos candidatos que se enfrentarán el 6 de mayo en la elección presidencial definitiva.

BELGICA.- La contienda electoral de la segunda economía de la euro zona es una más en la lista de las preocupaciones del bloque europeo. Y es que su importancia se debe a que los franceses deben elegir al candidato ideal que de un nuevo aire al país y los devuelva a sus épocas gloriosas.

En este país en el que el desempleo permanece por encima del 10%, donde la deuda representa el 90% del PBI y donde el gasto público es el más alto de la zona euro, surgen 10 candidatos que como en todas las campañas, prometen hasta lo imposible. Pero, ¿alguno de ellos podrá hacer renacer al país galo?

Los candidatos

François Hollande del Partido Socialista, y según una encuesta publicada hoy en el diario belga Le Soir el máximo favorito a reemplazar a Nicolás Sarkozy, con 27.5% de intención de voto frente a 26.5% del actual mandatario.

Es considerado un político “blando” con fama de bueno, sonrisa permanente, tranquilidad enorme y una educación que le permite no alterarse ante los ataques que recibe de sus contrincantes. Algunos aseguran que de no haber sido por el escándalo sexual de Dominique Strauss Kahn, a quien consideraban el candidato seguro por este partido, tal vez Hollande no podría aspirar a este cargo; sin embargo, muchos creen que este abogado, que ha sido diputado y ha ejercido cargos políticos menores, está preparado de sobra para tomar las riendas del país.

En las últimas semanas el tono de su campaña y discurso se ha endurecido: asegura que subirá los impuestos a los más ricos (aquellos con ingresos mayores a 1 millón de euros); no recortará la nómica estatal sino que la aumentará contratando a 60 mil personas entre funcionarios públicos y profesores (al contrario del actual presidente); y revertirá los cambios hechos a la edad de pensión, con lo cual los franceses volverían a obtener el beneficio a los 60 y no a los 62 años.

Nicolás Sarkozy del Partido Unión por el Movimiento Popular, es, a pesar de sus detractores que aumentan en lugar de disminuir, el otro candidato con mayor intención de voto, pero no por eso el favorito.

Aunque parece ser seguro su paso a la segunda vuelta, ninguna encuesta le da la victoria definitiva al actual Presidente. Su popularidad es muy baja (más del 60% de los franceses ya no confían en él, según publicó el diario elmundo.es,); su mandato ha estado marcado por el show mediático de su vida privada y la crisis económica de la eurozona. Así mismo, ha sido criticado fuertemente por los franceses por el cambio en la edad de jubilación, las reformas al sistema educativo universitario, la reducción de los funcionarios públicos y de los profesores.

Aunque aún tiene seguidores que creen en él, los medios europeos coinciden en que Sarkozy no ha ofrecido novedad en esta campaña y solo le queda esperar a que un milagro lo deje ostentar el poder por otros cinco años.

Jean-Luc Mélenchon del Frente de Izquierda y antiguo ministro socialista en el gobierno de Lionel Jospin (1997-2002), es el candidato que ocupa el tercer lugar en intención de voto. Abandonó su antigua bandera en 2008 para crear el partido de la izquierda. Se opuso a la constitución europea de 2005 y es conocido por atacar brutalmente a la prensa y a sus adversarios.

Melenchón es el ídolo de las clases populares y en sus discursos llama a sus compatriotas a levantarse contra los mercados y atacar a los poderes financieros. En lugar de recortes, el candidato ofrece aumentar el salario mínimo hasta los 1.700 euros, extender los derechos de la clase trabajadora y proteger a aquellos que han caído en desgracia por culpa de la crisis económica. También aboga por la salida del país galo de la OTAN.

Marine Le Pen del Frente Nacional (extrema derecha), es la “enemiga” política de Melenchón. Al inicio de su campaña, las encuestas parecían darle una victoria que llevaría a la segunda vuelta a la hija de Jean-Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional. Pero mes a mes se ha visto disminuida esta ventaja, en parte por el repunte de Melenchón.

Se podría catalogar a Le Pen como la candidata con medidas más extremas: aboga por el regreso al franco, critica la inmigración y defiende el proteccionismo.  Los diferentes medios europeos coinciden en que sus votantes son aquellos que no gustan de Sarkozy pero que tampoco están convencidos de Hollande.

François Bayrou del Movimiento Democrático, es ex ministro de la educación nacional. Esta es la tercera vez que aspira a la presidencia de Francia. Maneja un discurso con objetivos unificadores, más allá de las divisiones entre izquierda y derecha; sin embargo, apenas ha logrado reunir a un equipo fuerte a su alrededor.

De los cinco candidatos restantes, el que más llama la atención es quizás Jacques Cheminade del Partido Solidaridad y Progreso, no tanto por su programa, sino por sus propuestas inéditas, como por ejemplo la industrialización de la luna.

No solo los franceses están deseosos de saber quién será el próximo presidente. Según el diario New York Times , los inversionistas estadounidenses temen que una victoria de Hollande (el candidato favorito) unido a otros factores propios de la recesión económica, produzca un declive en la competitividad de las empresas francesas, lleve al aumento el déficit y a una caída en las exportaciones, debido a su programa de gobierno.

No se sabe si bajo este panorama aplique el famoso refrán de “mejor malo conocido que bueno por conocer”. Solo el tiempo y los franceses lo dirán.

Datos interesantes

–       Las elecciones se celebran cada 5 años

–       Normalmente hay dos vueltas, pues se necesitaría de una mayoría absoluta para que no se realizara la 2 vuelta

–       Cada candidato debe reunir el apoyo de 500 cargos electos. Cualquier ciudadano francés que consiga este apoyo, puede aspirar a la presidencia. Las listas de los que respaldan a los candidatos son públicas.

–       Desde 2002 el periodo presidencial en Francia se redujo a 5 años. Antes era de 7.

–       El mandato comienza el 17 de mayo y dura 5 años.

 

Fuentes

Der spiegel.de

Elmundo.es

Lesoir.be

 

 

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